Cuaresma: LESOTHO

De niña a mujer, de niño a hombre

En África existe una larga serie de ritos: de la fecundidad, de reparación, de protección, de curación, de iniciación… Podíamos decir que hay tantos ritos como realidades sociales y la persona encaja en la sociedad en la medida que pasa a través de los distintos ritos. Son estos ritos los que dan cohesión a un grupo étnico cada vez que las nuevas generaciones se identifican con ellos, toman parte, en ellos y los asumen como parte integrante de su tradición y de su historia.

En países como Lesotho, cuando comienzan las vacaciones escolares chicos y chicas por separado comienzan la etapa de la iniciación. El maestro encargado de los chicos se los lleva lejos del poblado, construyen cabañas y se disponen a vivir casi seis semanas sin contacto con el mundo exterior. En un ambiente austero, a veces hostil, los jóvenes recorren la zona en busca de agua y comida, sin acercarse a los poblados ni tener contacto con la gente. Tan solo tienen acceso a su maestro, que les adoctrina sobre las tradiciones y costumbres de su pueblo. La educación e información que los jóvenes reciben permanece en secreto.

Las chicas realizan los ritos de iniciación en una casa del poblado. Aunque la asistencia ya no es obligatoria, en algunos pueblos es difícil encontrar jóvenes que no hayan asistido. Es un acto “libre” de las jóvenes, que optan por integrarse en los ritos para evitar ser vistas con malos ojos. La anciana que dirige los ritos se adueña por completo de sus vidas durante la iniciación y lo mismo enseña canciones tradicionales que les educa en cómo han de comportarse una vez que se casen y tengan que cuidar de sus maridos. La enseñanza se transmite verbalmente y ninguna joven osaría levantar la voz o discutir las normas de la anciana. A las jóvenes no les está permitido salir del recinto y del patio de la casa y sus familiares acuden con relativa frecuencia a visitarlas. Los días transcurren lentos y a medida que pasan aumenta el cansancio.

El sábado por la tarde, al concluir el tiempo de la iniciación, se dirigen al río donde hacen los ritos de purificación. Tras bañarse, queman las mantas con las cuales se han estado cubriendo y se ponen ropas nuevas que les llevan sus familiares. Los jóvenes hacen lo propio y juntos disfrutarán de la tarde-noche de fiesta acompañados de sus familias. Mientras los jóvenes se lavan y se purifican en el río para simbolizar la etapa que dejan atrás, la actividad no cesa en la casa donde las jóvenes han vivido durante el proceso. Los hombres han escogido el buey que sacrificarán y del cual podrán comer todos los que se acerquen a la fiesta. Es la dimensión comunitaria de la fiesta, que cohesiona al grupo. La cerveza local llamada umqomboti, no escasea, corre de mano en mano y se ha de tomar en cuclillas siempre de un único recipiente de arcilla o más modernamente, de plástico que se rellena a medida que el líquido se consume.

Mundo Negro, julio-agosto 2004

Ampliando miras: RITOS DE INICIACIÓN SOCIAL

En España, aproximadamente el 75% de los niños celebra la "primera comunión", un acontecimiento donde cada vez priman más los aspectos sociales sobre los religiosos, y que refleja dos de los aspectos esenciales de la evolución de nuestra sociedad: el laicismo y el consumismo.

Su significación como sacramento católico está quedando, para la mayoría, en un segundo plano, al igual que ha sucedido con otras celebraciones religiosas como las bodas, la Navidad o la Semana Santa. La comunión viene a ser el ritual de paso a la edad adulta, que existe en todas las culturas, con parecidos elementos: vestido especial para la ocasión, banquete con familiares y amigos, regalos, etcétera. Pero el momento central ya no tiene lugar en la Iglesia, sino en el restaurante (Javier Garcés, psicólogo y asesor de la Unión de Consumidores de España, en Magazine 347, mayo 2006).

Gesto para hoy:

Ponte la medalla de la primera comunión, la cruz marianista, la alianza matrimonial, la insignia del colegio profesional… Da un abrazo ceremonial a los miembros de tu comunidad.

Oración:

Señor, llenamos nuestras vidas de ritos y ceremonias

que nos ayudan a sentirnos unidos y a expresarnos.

Pero muchas veces terminan esclavizándonos.

Ayúdanos a vivir los ritos y ceremonias s

olo para encontrarnos con los demás y contigo,

para crear vida y no esclavitudes.

Amén.

Más información de Lesotho aquí

Fuente: Ágora Mariansta