La familia es el mejor “amortiguador” para superar la actual crisis económica

Según los expertos, la familia suple las imperfecciones de otras instituciones


Los sociólogos consideran que la familia sustituye muchas veces las insuficiencias e imperfecciones de otras instituciones como la educación, la sanidad o la atención sanitaria. Además, para el sociólogo Enrique Gil Calvo, las uniones o matrimonios interculturales (exogamia) son “el mejor resorte para la integración”. Este tipo de matrimonios en España, año 2007, fueron 35.185 (17,3%) del total. De ellos, 650 matrimonios fueron recurridos por fraude



En su intervención en el congreso 'Familias y Globalización', el sociólogo Enrique Arnanz ha asegurado que “en esta sociedad, demoníacamente estúpida, la familia representa un valiosísimo potencial para amortiguar los efectos dramáticos de problemas tan graves como el paro, las enfermedades, la ausencia de un techo, las drogodependencias, etc.”. En este sentido, ha subrayado que la familia muchas veces sustituye las insuficiencias e imperfecciones de otras instituciones como la educación, la sanidad y la atención sanitaria.


Arnanz ha definido la familia como “una construcción cultural, es decir, cada sociedad define lo que constituye su familia de acuerdo a sus necesidades y visión del mundo”. Para el sociólogo no existe un modelo familiar dominante, sino que encontramos tres escenarios: diferentes formas legales de vida en familia (heterosexuales, homosexuales, parejas de hecho, familias monoparentales, etc.); las familias reconstituidas y las parejas divorciadas.


Además, en su opinión, en nuestra sociedad, “donde impera la cultura de la satisfacción, nos encontramos con dificultades muy serias y determinantes para hacer de nuestra casa un espacio privilegiado de comunicación”. Arnanz considera que entre los padres existe el miedo de que haya “muchos mundos de influencia para nuestros hijos que escapan a nuestro control”. “Quizá uno de nuestros errores sea pensar que para que todo funcione bien, tenemos que estar todos en el mismo mar, mirar en la misma dirección y navegar en el mismo barco”, ha concluido.



UNIONES INTERCULTURALES

Por su parte, el profesor de Sociología, Enrique Gil Calvo, ha asegurado que las uniones o matrimonios interculturales (exogamia) son “el mejor resorte para la integración”. En su opinión, “si no se da exogamia aparece la segregación, ya que con la exogamia provoca la integración, la convivencia intercultural”. Por otro lado, Gil Calvo cree que en muchos casos sucede lo contrario, es decir, la endogamia como “garantía de supervivencia de la identidad familiar, en un momento caracterizado por la heterogeneidad cultural”.


En nuestro país, según el Instituto Nacional de Estadística, con datos del año 2007, como ha expuesto el sociólogo, un 17,3 % del total de uniones conyugales de derecho son matrimonios mixtos en los que alguno de sus miembros es extranjero. De esta tasa de exogamia, un 7,5 % corresponde a parejas entre varón español y mujer extranjera, un 5,2 % a parejas de mujer española y varón extranjero, y un 4,6 % a parejas entre contrayentes extranjeros. Una tasa de exogamia que puede considerarse elevada, si tenemos en cuenta que la proporción de residentes extranjeros en 2007 era del 10 %.



Sin embargo, según estos mismos datos, de la proporción de exogamia fueron recurridos por sospecha de fraude nada menos que 650 matrimonios civiles, de los que 200 fueron desestimados al demostrarse su carácter de conveniencia. Pero, según el sociólogo, en estos casos “no puede hablarse de verdadera exogamia, sino de una transacción meramente económica, lucrativa o al menos instrumental”.



En este sentido, Gil ha señalado a la familia como un factor determinante para que se dé o no la endogamia, haciendo alusión al Síndrome de Romeo y Julieta, donde el papel de la familia y el entorno es decisivo para que dos personas de distintos orígenes puedan unirse. “En suma, si se aspira a la integración de la diversidad cultural, nada mejor que favorecer la mediación de la progenie exogámica”, ha concluido.



UNIONES DE HECHO Y MATRIMONIO

Por su parte, el catedrático de Sociología, Gerardo Meil, se ha referido a las razones por las que las personas deciden casarse o formar una familia. Según una encuentra realizada en 2005 entre los jóvenes de Alemania, Polonia, Corea, China y España, en nuestro país dos de cada tres varones y una de cada dos mujeres (62 y 51% respectivamente) consideran que, o “el casarse da más seguridad que la pareja sin casarse”, o que “los niños crecen más seguros si sus padres están casados”, o bien ambas cosas.


Este mismo estudio demuestra que las formas de convivencia predominantes en la Unión Europea confirman un “uso social predominante de las uniones de hecho como ‘matrimonio a prueba’ más que como alternativa al matrimonio”. En opinión de Meil, “el deseo de iniciar un proyecto de vida en común estable en el tiempo sigue siendo compartido por la inmensa mayoría de los jóvenes de los cinco países”. Esto significa, según el sociólogo, que la aspiración a “vivir la propia vida” no supone el fin de los vínculos de pareja, sino su redefinición, aunque también conlleva la aceptación de que la no convivencia en pareja es una opción igualmente válida.




TARZÁN, PETER PAN Y BLADE RUNNER

El antropólogo, Carlos Feixa, ha hecho un recorrido por la historia del concepto de juventud sirviéndose de ejemplos como Tarzán, Peter Pan o Blade Runner, que muestran “el alumbramiento, auge y lenta decadencia de la era de la adolescencia”, según sus palabras. Estos modelos no son contrapuestos y pueden convivir. En su opinión, “los jóvenes de hoy se mueven al paso de la vida” y los tres modelos sólo pueden aprenderse si se interactúa con adultos que lo han vivido antes (padres, madres, educadores…).


Por último, el economista Roberto Laserna ha explicado la realidad de las familias en Latinoamérica. Según Laserna, en la mayoría de los países del Sur se entrelazan y combinan tres mecanismos de integración en el proceso de globalización: “la económica, realizada por gobiernos y empresas que buscan dinamizar sus economías en los mercados mundiales; la globalización desde abajo, protagonizada por las familias migrantes; y la clandestina, que se refiere a las redes ilegales de tráfico de drogas, contrabando de bienes, servicios y personas, incluyendo el lavado de dinero y el tráfico de armas”.


Es por ello que, en opinión de Laserna, las tensiones que surgen entre lo local y lo global forman parte de la vida cotidiana de la gente y de la construcción de sus identidades y comportamientos políticos. Ha concluido que para que “las políticas sociales sean eficaces deben tener en cuenta el protagonismo de las familias en la globalización desde el Sur”.


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