Hoy, 13 de octubre, la Iglesia conmemora a SAN TEÓFILO, quien muriera santamente hacia el año 186 en Antioquia, Siria. Nacido en esta misma ciudad, en el siglo II, fue filósofo apreciado y reconocido por su cultura. Queriendo atacar y ridiculizar la Sagrada Biblia, se dedicó al estudio de ella, sintiendo, inesperadamente, un vivo deseo de convertirse al cristianismo. Hecho esto, se transformó en un acérrimo defensor de la sagrada escritura. Fue elegido Obispo de Antioquia, una de las ciudades más importantes del mundo antiguo. Escribió un Catecismo y una Apología en tres volúmenes. Unidos, pues, a quienes encuentran un camino de conversión a través de la Biblia, brindemos nuestro sincero aplauso a San Teófilo.
Meditación
SAN TEÓFILO: recordar tu vida, es ver al filósofo apreciado, a quien cierto día, llegó a sus manos un volumen de la Sagrada Biblia. Surgió en tí un vivo deseo de atacarla y ridiculizarla. Con este fin, te pones a leerla con detenimiento buscando sus puntos débiles, que pudieran demostrar que este libro era absurdo. Pero, quien te dice!, al ir pasando sus páginas y encontrándote con su contenido, tu corazón empezó a experimentar algo inesperado. La gracia de Dios fue actuando en tí y operando con gran fuerza una conversión de tu corazón. Al terminar la lectura de las sagradas escrituras, tu deseo de atacarlas había desaparecido totalmente, y en cambio, apareció una verdadera admiración de ella y un deseo ser su defensor. Y no sólo eso, sino que las enseñanzas que encontraste en la Biblia, las empezaste a aplicar a tu vida diaria. Vaya triunfo de la gracia. Y tanto fue este cambio de vida y tu visible amor a la Iglesia, que te propusieron para ocupar la sede episcopal de Antioquia, siendo elegido Obispo de esta ciudad, una de las más importantes del mundo antiguo. San Teófilo, siempre te recordaremos como un hombre de gran inteligencia, cultura y de gran corazón y misericordia. Un milagro de la gracia.
Radio Vaticano
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