Wednesday, November 04, 2009

Estrasburgo decidirá el caso de un profesor despedido por un obispo

Estrasburgo decidirá el caso de un profesor despedido por un obispo M. CEBERIO BELAZA - Madrid - 31/10/2009


El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha admitido a trámite el caso de un profesor de Religión despedido por el obispo de Cartagena por publicar un artículo sobre el movimiento Pro Celibato Opcional. José Antonio Fernández fue ordenado sacerdote en 1961. En 1984 pidió una dispensa, se casó por lo civil y tuvo cinco hijos. En 1997 le concedieron la dispensa. En 1991 empezó a trabajar como profesor de Religión en un colegio público, pero en 1996 publicó el artículo a favor del celibato opcional y el obispo de Cartagena lo destituyó "por respeto a muchos padres de familia", según comunicó entonces al Ministerio de Educación.


El juez de lo social declaró nulo el despido. El TSJ de Murcia revocó esta decisión al entender que no hubo despido sino que no se le había renovado el contrato. Fernández recurrió, pero el Constitucional no le dio la razón por cuatro votos frente a dos. La corte de Estrasburgo lo está examinando.
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Y para ampliar-actualizar ofrecemos esta entrevista a José Antonio en al año 1977 realizada por enCiezaDigital.com > Entrevistas > 1/7/2007


Entrevista con José Antonio Fernández

Esta semana hemos reservado este espacio para conversar con quien fue despedido de su puesto de trabajo, como profesor de religión, por acudir a una reunión de curas casados.


Entrevista con José Antonio Fernández A sus setenta años, José Antonio Fernández, este cura que nació en Molina de Segura, casado y con cinco hijos, afronta una fase decisiva de su vida de la que quiere ser una vez más el protagonista y vivirla intensamente. Buen conversador, inquieto pero tranquilo, ha decidido sacarle todo el provecho a su existencia, hoy nos cuenta como está viviendo la sentencia que ratifica a los que le despidieron de su trabajo. Pero lejos de sentirse triste, dice querer pelear hasta el final en la convicción de que se haga justicia, y que los tribunales internacionales reconozcan que en su caso se lesionaron los Derechos Humanos. Esta es su historia.


¿Ha recibido muchas muestras de solidaridad desde que se ha conocido la sentencia?

Hasta este momento las personas que han contactado conmigo están muy sorprendidas de cómo han transcurrido las cosas. Los compañeros y amigos que han seguido el proceso desde que a mí deciden apartarme de las clases, hay parte que esperaban este desenlace y otra parte que no. Pero todo el mundo que ha escuchado o leído mis declaraciones creo ha entendido muy bien donde está el error que se cometió con mi persona.


Háganos una secuencia de los acontecimientos más importantes que le han ocurrido en estos últimos años, de cómo y por qué decidieron apartarle de la docencia y de cual ha sido su lucha para en contra de este despido

Normalmente, y en los últimos años mucho más, yo he asistido a toda clase de conferencias y a lugares donde me invitaban y yo consideraba que me interesaba acudir, siempre con el afán de aprender. Ocurrió por el año 1996 que en Brasil hubo un congreso internacional de curas casados al que acudió un buen número de curas españoles y también de la Región de Murcia, las personas que vinieron lo hicieron contando la gran ilusión que se había suscitado en este encuentro y la buena convivencia que se había producido en estos encuentros. Así que me invitaron algunos amigos de los que conocía y yo asistí a aquel encuentro.


Mi primera impresión cuando llegué al lugar de la reunión en una plaza pública fue la cantidad de cámaras de televisión, la gran profusión de periodistas que allí había. Cuando bajé del coche acompañado de mi mujer y de mis hijos, nos pusimos a caminar hacia el lugar de la reunión y en algún momento me sacaron algunas fotos. Una de ellas concretamente fue el detonante de todo lo que después ha pasado, ha sido la causa de esta situación incómoda porque han interpretado esta foto con ojos no muy claros. Aunque lo lógico en estos casos es que los periodistas reproduzcan fotos de los dirigentes o de la junta directiva, los periodistas eligieron mi foto aunque yo no era líder de nada y, como ya he dicho, asistí por la curiosidad de aprender.


A los pocos días mis alumnos me dijeron en clase “le hemos visto en la foto del periódico”, esta era la primera noticia que yo tuve de que existe esa foto. Pasaron tres o cuatro meses cuando un compañero me dijo “¿tú has pensado bien en las consecuencias que pudiera tener aquella foto?” yo le contesté que no le daba importancia, pero el me insistió, “es que estás tú y debajo el obispo bendiciendo una piedra. Y ni siquiera en fotografía uno puede salir encima del obispo”, esto último me lo decía en broma. A los pocos días lo pensé mejor y quise hablar con el Vicario Episcopal para que me concertara una cita con el obispo de la diócesis Javier Azagra, al que yo ya conocía porque lo mantenía informado de mi actividad docente en el instituto, y el se ponía contento al ver como me iban las cosas en la docencia. Yo le aclaré al vicario que mi intención de entrevistarme con el obispo era por la aparición de la foto en los medios de comunicación, y el vicario me contestó que no me preocupara ya que el obispo iba a tener una reunión con los medios de comunicación para quejarse del tratamiento que estaban dando a determinados asuntos de la iglesia, incluido el mío. Yo le insistí en que quería hablar con el obispo, y él me dijo que no hacía falta porque ellos ya lo habían hablado. Y así quedó todo.


Al terminar el curso yo estaba con la idea de que algo podía ocurrir, y quise ponerme en contacto con el obispo por si había alguna cosa organizada, cuando quise hablar con él no estaba pues se había ido de vacaciones, entonces le escribí, y me contestó lo siguiente: “comprendo la situación incómoda en que vives, pero no temas porque cuando yo vuelva hablaremos y recuperarás la paz”. Al volver de vacaciones, después de varios intentos conseguí la entrevista y hablamos, en la conversación intuí que Don Javier estaba fuera de juego, parecía como si este mochuelo se lo hubieran echado a él, pero tenía que dar la cara porque era el obispo, estuvo dando bandazos en busca de una salida, y como me di cuenta de que él no era el responsable de la situación, le sugería que hablara con los que habían promovido la situación y les dijera que esto iba a hacer mucho daño a la iglesia y también a mí. Me dijo que era buena idea, pero que también podía dejarlo un año y cuando se calmara la situación, pues volviera a las aulas. Esta solución yo no, la vi descabellada y era la solución que debíamos haber tomado. Para despedirme me dijo que viniera dentro de quince días y concretaríamos todo esto.


El ya nunca me llamó, yo intenté muchas veces hablar con él pero nunca estaba para mí, cuando me fui al obispado y me dieron otra larga intuí que me estaban cerrando las puertas.


Cuando en septiembre llegó el tiempo de reanudar las clases me presenté en mi instituto de Mula ya que yo no había recibido ninguna comunicación por parte del obispado, pero en el instituto había una profesora que había ido a sustituirme. El director también estaba extrañado de la situación y me llamó aparte y me preguntó que estaba pasando. El director me presentó a mi sustituta y yo hablé con ella porque estaba algo tensa por la situación, le vine a decir que ella no tenía culpa de la situación y que yo me las arreglaría y aclararía la situación.


Cuando le dije al director que me iba él me pidió que explicara a los 57 profesores del claustro lo que estaba pasando, yo accedí y antes de empezar con el orden del día el director me cedió la palabra, y yo les expliqué la situación, iba creía que a dejar de ser profesor de religión, intuía que había habido una denuncia contra mí por estar casado y pertenecer al Movimiento Procelibato Opcional. El claustro se puso en pie y expresó que esto era una cacicada, que era insostenible en los tiempos que corren. Se nombró una comisión para ir a hablar con el obispo, y para escribir una carta en mi favor. Al cabo de unos días yo vi a un amigo por la calle y me preguntó que qué hacía sin dar clase, y cuando le conté lo ocurrido no lo podía creer.


Él es el que moviliza las cosas, hace la denuncia en el periódico, y desde el periódico requieren al obispado que les den las razones del porque del despido, y efectivamente por un fax le mandan al director del periódico de Cieza Antonio Semitiel los motivos. Venían a decir los padres de los alumnos podían escandalizarse porque un cura casado estuviese dando clase y que pertenezco al Movimiento Pro Celibato Opcional. Entonces yo pensé ¿Cómo puede escandalizar si yo estoy ya seis años casado y los padres de los alumnos y los alumnos mismos saben que estoy casado?


Durante mi etapa de docencia como tutor he visitado muchas casas de alumnos cuando lo he creído necesario para solucionar una situación, y los padres siempre me han agradecido esta dedicación, en muchos casos por ser cura y ser casado. ¿Cómo se sacan de la manga que yo puedo escandalizar? ¿Quién se escandalizaba? El obispo no era porque el fue el que me llamó, y lo hizo cuando yo ya tenía cinco hijos y estaba casado.


Debería haber otros motivos. A lo mejor se han ido a investigar toda mi historia.
Después de que ellos hacen pública la situación yo empiezo con mi pelea, cuando un grupo de abogados de Molina de Segura se enteran de mi situación me empiezan a decir que yo tenía unos derechos como ciudadano, que podía casarme, que la Constitución Española me amparaba, que no podían castigarme por pensar distinto. Analizando la situación vimos que había lesión de los Derechos Humanos. Presentamos recurso y ganamos en primera instancia en la Sala Tercera de lo Social. Llevamos como pruebas cuatro mil quinientas firmas de apoyo, cuatrocientas cincuenta de alumnos, un montón de cartas particulares que le llovieron al obispo, manifestaciones populares, en definitiva una serie de pruebas que no se echaron por tierra en el juicio, sino que se admitieron todas. Cuando ellos recurren al Tribunal Superior de Justicia, inventan un hecho que no es real, pintan a un cura que se exhibe porque se ha casado. Exhibe su matrimonio, exhibe su condición de formar parte de un movimiento que no es aceptado por la Iglesia, dicen que conscientemente hago publicidad con una foto que yo miso he elaborado. Todo falso, pero con la falsedad ganan el caso en el Tribunal Superior de Justicia, y yo me decido a ir al Tribunal Constitucional, porque creo que ha habido lesión de los Derechos Humanos.



¿Qué dice la sentencia del Tribunal Constitucional?

El ministerio fiscal dice que hay lesión de los Derechos Humanos, así como dos magistrados de los cinco que componen el tribunal. Otros dos son contrarios a mis tesis, dicen que no hay lesión porque estoy casado y parece que me vanaglorio de mi situación.


Personalmente sigo creyendo que hay lesión de los Derechos Humanos, que el presidente del tribunal no lo considere así, puede ser que haya algo de hipoteca hacia el estado y hacia la iglesia.

Yo era consciente de que he estado luchando contra dos monstruos: la Iglesia y el Estado.


¿Cómo sigue la lucha? ¿Qué va a ser lo próximo?

Vamos a recurrir la sentencia al Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo.
¿Conoce la situación de otros profesores de religión que también fueron despedidos en circunstancias similares a la suya?


Hay casos muy diversos. Según los acuerdos que hubo en el año 1979, es la Iglesia la que, bajo sus criterios, selecciona a los profesores que van a impartir la religión en los centros escolares, basándose en esto la Iglesia ha despedido en algunos casos por motivos políticos, en otros casos hay bases de tipo doctrinal, por ejemplo defender el divorcio o estar divorciado.


El caso mío es distinto, yo nunca he ido contra nadie, ni contra la doctrina de la Iglesia, he ido a una reunión, como lo hago ahora siempre que me invitan aquí en Cieza a las reuniones de tipo poético o literario.



En ocasiones ha manifestado que estar casado no imposibilita ejercer el sacerdocio, explíquenos esto

En Vallecas hay una parroquia que está regida por un sacerdote secularizado, aunque los obispos lo han intentado apartar, y ha habido presiones por parte de la parroquia que han hecho que este cura, que es casado, siga con su misión en esta parroquia.


San Pedro tenía su esposa y el resto de los apóstoles también estaban casados excepto uno, que se duda de su situación. En la historia de la Iglesia se ha dado la doble experiencia de célibes y de casados.


Yo tengo que decir que he vivido el celibato con mucha intensidad durante veinte años y se tiene mucha libertad para el trabajo, mucha más que cuando se está casado. Pero también es verdad que el médico no trabaja menos que un presbítero, y el médico tiene tiempo para atender a su familia, un abogado lo mismo.


Hubo un momento que sin estar casado había una mujer que no sólo no me estorbaba, sino que me impulsaba, me potenciaba en mi trabajo en un momento de crisis con mis compañeros.



¿No crees que la Jerarquía de la Iglesia está alejándose de una parte de la sociedad, para encerrarse en si misma?

Desgraciadamente es así, con Juan XXIII se abrió un periodo de esperanza y de ilusión, como tantas veces se ha utilizado esta metáfora “se abrieron las ventanas de la iglesia para que entrara un aire fresco”, se empezó un cambio. Aquel refrán de “Eclesia semper reformanda” la Iglesia siempre en actitud de reforma, como axioma que se repetía en los primeros padres de la iglesia en los primeros siglos, en Concilio Vaticano Segundo lo vuelve a recordar, el documento Gozo y Esperanza declara la ilusión y la utopía de que la Iglesia tenía que ser de otra manera. Aquí nace la inquietud de muchos grupos de creyentes para recuperar la vida en comunidad, el compartir los bienes materiales, la necesidad de difundir un mensaje, y nacen grupos de sacerdotes que en un municipio como Cieza donde hay cinco sacerdotes, podían estar los cinco en la misma casa.


Estos grupos nacieron en la región en Monteagudo, en Cartagena, en el Campo de Cartagena, en Cehegín, grupos de sacerdotes que sintieron la necesidad de compartirlo todo. Esto forma parte de la Iglesia Diocesana, esto se difundía en los laicos, fueron formándose grupos en el mundo del trabajo, en las universidades, grupos que volvieron a soñar con la transformación del mundo.


Pero al tiempo también surgieron otros grupos que se escandalizaban de este nuevo rumbo, que son los que con Juan Pablo II, que es hijo de su época han dado otro nuevo camino a la Iglesia. Juan Pablo II vivió una experiencia vital de lucha contra el comunismo de su época, que no es el mismo que el de ahora. Ahora flaco favor se le hace a un cura que vive al lado de los pobres para que se le llame comunista.


En resumen a mucha gente de la iglesia les invadió el miedo y nada hay pero que el miedo, para empezar a construir normas nuevas que sustituyeron a las del Concilio Vaticano Segundo. Va recuperándose por tanto un estilo de iglesia de los años cuarenta o cincuenta sobre todo para la jerarquía eclesiástica.


Hoy existe la jerarquía eclesiástica y también la Iglesia de Jesucristo, que se escribe con mayúsculas, que nació de un mensaje de revolución del mundo, de transformación que sigue vivo en muchísimos grupos de cristianos. La Teología de la Liberación nace del pueblo, es una doctrina que quiere descubrir a Dios dentro de la situación en que viven, el mensaje de las comunidades de campesinos que tienen la esperanza del Dios vivo, del Dios que quiere que no haya abusos de unos contra otros, que respeta a la persona, que no tolera que unos vivan a costa de otros.


Todo esto se puede trasladar a los ciudadanos marginados del primer mundo y del segundo mundo, a los excluidos del bienestar que son el producto de un sistema inhumano e injusto. Y es importante desde una perspectiva cristiana el ir a las causas de todo esto.



¿Qué le parece la clausura de la Parroquia de San Carlos Borromeo en Madrid o la desautorización que se ha hecho del jesuita Jon Sobrino?

La jerarquía se ha hecho poseedora de la verdad y ha estado en sus manos el monopolio de la enseñanza a lo largo del tiempo, y la historia nos cuenta que todo aquél que ha disentido ha estado mal visto.


La jerarquía significa poder sagrado, y en la iglesia nace en el siglo cuarto, pero nada rechaza más el Evangelio como aquél que busca el poder. El Evangelio describe a los poderosos como abusan de los pobres, Jesucristo dice “no será así entre vosotros, el que quiera ser grande sea servidor de los demás”.


Masiá, Jon Sobrino, Juan José Tamayo, Hans Khün, todo aquel que disiente actualmente está desautorizado.



Ahora volvemos a lo personal, nos preguntamos si ante todo lo que lleva pasado ha dudado alguna vez de su fe. ¿Sigue siendo creyente?

Me gusta que me hagas la pregunta, porque todo este montaje me ha fortalecido interiormente. La primera duda que yo tuve como una crisis fuerte fue cuando era estudiante de teología, con veinte años y estudiaba la historia de la Iglesia la podredumbre que había en los años 7, 8, 9, 10, 11, 12, que había tal penuria, que yo me dije “si la Iglesia sigue en pie es porque hay una fuerza mayor, que no es una cosa de los hombres”, así renació la fe. Las dificultades que estoy teniendo ahora se presentan por la involución que está sufriendo la Iglesia en los últimos años. Con Pablo VI a los curas que pedían la secularización porque querían casarse se les concedía a los tres o cuatro meses. ¿Por qué a mi no se me concede cuando la pido? Yo pido la dispensa del celibato para poder casarme y no se me concede, a pesar de estar con una mujer con la que quiero casarme. Todavía recuerdo la bondad de Don Javier Azagra cuando le comunico que iba a casarme, y me dice “lamento mucho que no sigas trabajando de la misma forma, pero donde quiera que estés cuenta conmigo”. Quiero defenderlo porque si ha ocurrido todo esto no ha sido por su voluntad, si a él lo quitaron de obispo y le aceptaron la jubilación fue por todo esto.
Por esto sigo siendo creyente y en parte sigo siendo un cura comprometido como lo fui antes.



Formúlanos tu deseo inalcanzable

Mis deseos son utopías, creo que otra iglesia y otro mundo es posible. La vida para mi es un regalo y una tarea en la que tengo que comprometerme en la consecución de unas mejores condiciones de vida.


MOCEOP

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