La homilía del Papa durante la misa matutina en Santa Marta
REDACCIÓNROMA
El Evangelio es exigente, pide «cosas fuertes» a los cristianos. Lo subrayó el Papa Francisco durante la misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta. «El Evangelio es exigente, exige “cosas fuertes” a un cristiano: capacidad de personar, magnanimidad, amor por los enemigos. Hay solo una manera para lograr ponerlas en práctica –explicó Francisco–: contemplar la Pasión, la humanidad de Jesús» e imitar el comportamiento de Su Madre. Justamente el Papa Francisco dedicó la primera reflexión de su homilía a la Virgen María, de quien hoy la Iglesia festeja el Santo Nombre.
«Hace tiempo –dijo– la fiesta de hoy se llamaba del “dulce Nombre de María”. Después la definición cambió, pero en la oración permaneció esta dulzura de su nombre». El Papa también recordó que justamente en estos momentos, en el mundo de hoy «necesitamos dulzura, a María». Para entender las cosas, indicó, «que Jesús nos pide, ¿no? Porque esta es una lista difícil de vivir. Amen a los enemigos, hagan el bien, presten sin esperar nada, a los que te golpean en la mejilla ofrece la otra, a los que te arrancan el manto no niegues la túnica. ¿Son cosas fuertes, no? Pero todo esto, a su manera, fue vivido por la Virgen: es la gracia de la mansedumbre».
En particular, prosiguió Papa Francisco, hay un aspecto de la visa de Jesús que debe ocupar la contemplación del cristiano: «su Pasión, su humanidad que sufre. Y así, desde la contemplación de Jesús, de nuestra vida escondida con Jesús en Dios, podemos sacar adelante estas actitudes, estas virtudes que el Señor nos pide. No hay ningún otro camino».
«Para ser buenos cristianos –recordó el Papa–, hay que contemplar la humanidad de Jesús y la humanidad que sufre. Para dar testimonio, para poder dar este testimonio. Para perdonar, contempla el sufrimiento de Jesús. Para no odiar al prójimo, contempla el sufrimiento de Jesús. Para no chismear sobre los demás, contempla el sufrimiento de Jesús. El único. Esconde tu vida con Cristo en Dios: este es el consejo que nos da el Apóstol. Es el consejo para volvernos humildes, dulces, buenos, magnánimos, tiernos».
« Seguir a Jesús significa compartir su amor misericordioso por todos los hombres #prayforpeace», escribió en un nuevo tuit esta mañana el Papa, retomando el “hashtag” dedicado a la jornada de oración y ayuno por la paz del sábado pasado.
Vatican Insider
Francisco: "Hoy necesitamos la dulzura de la Virgen"
"¿Para perdonar? Contempla a Jesús sufriente", explica el Papa
"Para hacer lo que el Señor nos pide: esconder nuestra vida con Cristo en Dios"
(L'Osservatore).- No es fácil para los cristianos vivir según los principios y las virtudes inspiradas por Jesús. "No es fácil -dijo el Papa Francisco en la misa celebrada el jueves 12 de septiembre en la capilla de Santa Marta-, pero es posible": basta con "contemplar a Jesús sufriente y la humanidad sufriente" y vivir "una vida escondida en Dios con Jesús".
La reflexión del Santo Padre se inspiró en la celebración de la memoria litúrgica del nombre de María. "Hoy -recordó- festejamos la onomástica de la Virgen. El santo nombre de María. Una vez esta fiesta se llamaba el dulce nombre de María y hoy en la oración hemos pedido la gracia de experimentar la fuerza y la dulzura de María. Después cambió, pero en la oración ha permanecido esta dulzura de su nombre.Tenemos necesidad hoy de la dulzura de la Virgen para entender estas cosas que Jesús nos pide. Es un elenco no fácil de vivir: amad a los enemigos, haced el bien, prestad sin esperar nada, a quien te golpea la mejilla ofrécele también la otra, a quien te quita el manto no le rehúses la túnica. Son cosas fuertes. Pero todo esto, a su modo, lo vivió la Virgen: la gracia de la mansedumbre, la gracia de la apacibilidad".
"El apóstol Pablo -prosiguió el Papa- insiste en el mismo tema: 'Hermanos, elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo'" (Colosenses 3, 12-17).
Cierto -observó el Pontífice-, se nos pide mucho y por ello la primera pregunta que surge espontáneamente es: "¿Pero cómo puedo hacer esto? ¿Cómo me preparo para hacer esto? ¿Qué debo estudiar para hacer esto?". La respuesta para el Santo Padre es clara: "Nosotros, con nuestro esfuerzo, no podemos hacerlo. Sólo una gracia puede hacerlo en nosotros. Nuestro esfuerzo ayudará; es necesario, pero no suficiente".
"El apóstol Pablo en estos días nos ha hablado a menudo de Jesús -continuó-. Jesús como la totalidad del cristiano, Jesús como el centro del cristiano, Jesús como la esperanza del cristiano, porque es el esposo de la Iglesia y trae esperanza para ir adelante; Jesús como vencedor sobre el pecado, sobre la muerte. Jesús vence y ha ido al cielo con su victoria". Al respecto el apóstol nos enseña algo: "nos dice: 'Hermanos, si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios'".
Es éste "el camino para hacer lo que el Señor nos pide: esconder nuestra vida con Cristo en Dios", repitió el Papa. Y ello debe renovarse en cada una de nuestras actitudes cotidianas, pues sólo si tenemos el corazón y la mente dirigidos al Señor, "triunfador sobre el pecado, sobre la muerte", podemos hacer lo que Él nos pide.
Apacibilidad, humildad, bondad, ternura, mansedumbre, magnanimidad son todas virtudes que se necesitan para seguir el camino indicado por Cristo. Recibirlas es "una gracia. Una gracia -especificó el Santo Padre- que viene de la contemplación de Jesús". No por casualidad nuestros padres y nuestras madres espirituales -indicó- nos han enseñado cuán importante es contemplar la pasión del Señor.
"Sólo contemplando la humanidad sufriente de Jesús -repitió- podemos hacernos mansos, humildes, tiernos como Él. No hay otro camino". Ciertamente tendremos que hacer el esfuerzo de "buscar a Jesús; pensar en su pasión, en cuánto sufrió; pensar en su silencio manso". Este será nuestro esfuerzo, recalcó; después "de lo demás se encarga Él, y hará todo lo que falta. Pero tú debes hacer esto: esconder tu vida en Dios con Cristo".
Así que, para ser buenos cristianos, es necesario contemplar siempre la humanidad de Jesús y la humanidad sufriente. "¿Para dar testimonio? Contempla a Jesús. ¿Para perdonar? Contempla a Jesús sufriente. ¿Para no odiar al prójimo? Contempla a Jesús sufriente. ¿Para no murmurar contra el prójimo? Contempla a Jesús sufriente. No hay otro camino", insistió el Papa, recordando que estas virtudes son las mismas del Padre, "que es bueno, manso y magnánimo, que nos persona siempre", y las mismas de la Virgen, nuestra Madre. No es fácil, pero es posible. "Encomendémonos a la Virgen. Y cuando hoy la felicitemos por su onomástica -concluyó- pidámosle que nos dé la gracia de experimentar su dulzura".
RD
Papa Francisco: "Para perdonar a los enemigos, mirad a Jesús que sufre"
12 de septiembre, 2013. (Romereports.com) El Papa Francisco explicó durante la Misa en Casa Santa Marta que para ser buen cristiano y hacer aquello que Jesús pide se debe contemplar la pasión de Cristo e imitar el comportamiento de la Virgen María.
PAPA FRANCISCO
“Pensar en su silencio humilde: este será tu esfuerzo. Él hará el resto. Él hará todo lo que falta. Pero hay que hacer eso: identificar tu vida en Dios con Cristo. Esto se hace con la contemplación de la humanidad de Jesús, de la humanidad que sufre. No existe otro camino: no existe. Es el único. Para ser buenos cristianos: contemplar la humanidad de Jesús y la humanidad que sufre. Para dar testimonio, para poder dar este testimonio: aquello. Para perdonar: contempla a Jesús que sufre. Para no odiar al prójimo: contempla a Jesús que sufre. Para no murmurar contra el prójimo: contempla a Jesús que sufre. Es el único camino. Identificar tu vida con la de Cristo en Dios: Este es el consejo para ser humildes, mansos y buenos, magnánimos, tiernos”.
El Papa reconoció que Jesús pide “cosas fuertes” y para poder llevarlas a término el único camino es contemplar su vida e identificarse con Él.
EXTRACTO DE LA HOMILIA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
“Necesitamos hoy, de la dulzura de la Madre de Dios, para entender estas cosas que Jesús nos pide. Porque esta lista de cosas no es fácil de vivir: Amad a los enemigos; haced el bien; dad sin esperar nada a cambio; a quien te pega en una mejilla, ofrece también la otra; a quien te arrebata el manto, no le niegues también la túnica... Son cosas fuertes, ¿no? Pero todo esto, a su modo, lo ha vivido la Madre de Dios: es la gracia de la mansedumbre, la gracia de la humildad”.
“Pensar sólo en Jesús. Si nuestro corazón, si nuestra mente está con Jesús, el triunfador, aquel que ha vencido a la muerte, al pecado, al demonio, a todo, podremos lograr lo que nos pide el mismo Jesús y el apóstol Pablo: la humildad, la bondad, la ternura, la mansedumbre, la magnanimidad. Si no miramos a Jesús, si no estamos con Jesús, no podremos lograrlo. Es una gracia: es la gracia que procede de la contemplación de Jesús”.
“Pensar en su silencio humilde: este será tu esfuerzo. Él hará el resto. El hará todo lo que falta. Pero hay que hacer eso: identificar tu vida en Dios con Cristo. Esto se hace con la contemplación de la humanidad de Jesús, de la humanidad que sufre. No existe otro camino: no existe. Es el único. Para ser buenos cristianos: contemplar la humanidad de Jesús y la humanidad que sufre. Para dar testimonio, para poder dar este testimonio: aquello. Para perdonar: contempla a Jesús que sufre. Para no odiar al prójimo: contempla a Jesús que sufre. Para no murmurar contra el prójimo: contempla a Jesús que sufre. Es el único camino. Identificar tu vida con la de Cristo en Dios: Este es el consejo para ser humildes, mansos y buenos, magnánimos, tiernos”.
No comments:
Post a Comment