"Voy a seguir defendiendo aquellas ideas en las que creo, voy a seguir alimentando mi fe en la medida que pueda, aunque al margen de la Iglesia, porque no me dejan otra opción"
"Le pediría a la Iglesia que de verdad entremos con fuerza en la primavera de la Iglesia, y dejemos atrás este invierno perpetuo en el que algunos quieren permanecer, porque se sienten muy cómodos"
(Qué le dijeron hace dos años): "Puedo comulgar, puedo ir a misa, puedo hacer de todo, pero no puedo ser celebrador de la palabra, por motivos políticos"
"Desde que el párroco tomó posesión, en agosto de 2024, es plenamente conocedor de mi situación. Le digo que no me parece bien la decisión que se ha tomado, y que hay otras personas, entre ellas yo, en esa misma situación. Y él me responde que va a tener que tomar la misma decisión"
"Tengo dolor, tengo sensación de que es una injusticia, de que hay una hipocresía tremenda. Y sobre todo el daño que se está haciendo, no solo a nosotros, a las personas a las que se nos niega la comunión con claridad por ser homosexuales y vivir en pareja, sino a todas nuestras familias"
Rubén García de Andrés es un católico comprometido que, desde hace años, ha ejercido como 'celebrador de la Palabra' en su pueblo, Torrecaballeros (Segovia). Un pueblo del que, además, es alcalde por el PSOE. Activo militante cristiano, participa casi diariamente en la misa, es miembro de cofradías... y nunca ha ocultado su condición sexual, ni su convivencia en pareja con otro hombre. Desde la pasada semana, tiene prohibido comulgar, tras quejarse al Obispado de Segovia el sufrimiento de otra pareja por el mismo motivo. Hablamos con él mientras cuida en el hospital a un familiar enfermo.
¿Cómo estás viviendo esta situación?
¿Qué ha ocurrido exactamente?
Toda esta historia comienza a raíz de un incidente el domingo 5 de enero en la parroquia de Basardilla, donde acuden a misa Mario y su marido José Luis junto con sus hijos. Como es habitual, Mario comulga y participa en las lecturas. Por la tarde, el párroco de Basardilla, que lo es también de Torrecaballeros, comienza a recibir una serie de mensajes, al menos tres según él mismo me cuenta, de algunos vecinos, dos desconocidos, y uno conocido, quejándose de esta situación: un gay casado que comulga.
Entonces, el sacerdote contacta con el Obispado, que no olvidemos está en transición [César Franco cede el testigo esta semana a Jesús Vidal], y el vicario general le dice que hay que prohibirles la comunión, y que no pueden salir a leer y demás. El 6 de enero, el párroco traslada esta orden del obispado a la familia, y empieza el revuelo.
Yo hablo con Mario y José Luis para darles todo mi apoyo, y hablo también con el párroco, con el que tengo una absoluta confianza. Yo llevo una vida activa, participativa, voy a misa los domingos, muchos días entre semana. Los lunes y miércoles hay rosario, exposición del Santísimo, y acudo a leer, etc… Desde que el párroco tomó posesión, en agosto de 2024, es plenamente conocedor de mi situación. Le digo que no me parece bien la decisión que se ha tomado, y que hay otras personas, entre ellas yo, en esa misma situación. Y él me responde que va a tener que tomar la misma decisión, pero que consultará con el Obispado. Yo le pido que se me traslade por escrito, y envío un correo electrónico al obispo, al administrador apostólico, don César Franco, al vicario general y al propio sacerdote, y les digo que necesito que se me aclare. Pasan los días, y el vicario general me responde al correo electrónico con una carita triste, sin ninguna palabra más. Y el administrador apostólico, don César Franco, dice, en primer lugar, que no me puede aclarar nada sobre una conversación en la que no ha estado presente. Segundo, que las conversaciones con sus diocesanos y con sus sacerdotes están sujetos, palabras textuales, al “secreto profesional”. Y tercero, que la doctrina en relación a la idoneidad para recibir la comunión está clara, y que es el párroco el que la debe hacer cumplir.
Con esta respuesta hablo con Feliciano, con el párroco, en los salones parroquiales de Torrecaballeros, y me dice que me prohíbe la comunión, porque la situación es semejante: yo no estoy casado civilmente, pero sí que vivo en pareja. Y me dice que es muy distinto que fuera solo gay. ‘puedes ser solo gay y seguir un camino de conversión, así no habría problema’. Ante esta situación, lo hago público, porque creo que es lamentable. Y mi pregunta es: ¿qué ocurre? Porque ha sido a partir de una denuncia y de que yo me solidarice con unas personas. Siguiendo esa lógica, si estás en la misma situación, se tiene que aplicar lo mismo. Pero a mí me han estado dando la comunión de manera habitual, sabiendo que ésa era mi situación.
Hace un par de años viviste una situación similar. Cuéntanos qué ocurrió
La situación anterior no tiene que ver con la comunión, sino que me retiraron de ser celebrador de la Palabra. El párroco anterior me propuso a la diócesis, me aceptaron, me he ido formando y fui desarrollando esa labor, en distintos pueblos de la zona. Y entonces, de repente, me dicen que el Obispado le ordenó que ya no puedo seguir siéndolo. Que puedo comulgar, puedo ir a misa, puedo hacer de todo, pero no puedo ser celebrador de la palabra, por motivos políticos.
Yo pido explicaciones en la diócesis, y me dicen que no son sólo motivos políticos. Solicito una reunión con el obispo, se me concede, y lo primero que me dicen es que deje fuera mis teléfonos móviles. Él insiste en lo de los motivos políticos, y cuando yo le hablo de los ‘otros motivos’. Cuando yo le hablo de los otros motivos me dice que quien me haya dicho eso ha roto su obligación de guardar silencio.
Entonces decidiste no hacerlo público. ¿Por qué ahora?
Cuando la gente del pueblo se entera de esto, quisieron movilizarse, recoger firmas… y yo lo paralicé. Dije que ya está, algo de lo que ahora me arrepiento, otro gallo hubiera cantado. Así quedó la cosa, continué mi vida en la parroquia. Con la llegada del nuevo párroco, vuelvo a tener una vida absolutamente participativa. Cuando él llega, hablé con sinceridad con el sacerdote y le expliqué toda mi situación. Y me dijo que sin ningún problema. De hecho, he tenido una vida activa en la parroquia.
¿Es un problema personal del párroco contigo, es una cuestión de homofobia, qué parte de ‘culpa’ tiene tu compromiso político con el PSOE?
No es una cuestión personal. No tengo nada, por supuestísimo, en contra del párroco, de don Feliciano, siempre lo he dicho y lo diré. Ha hecho una labor magnífica desde que ha llegado a Torrecaballeros, una dinamización de la parroquia como no se conocía mucho tiempo atrás. Y él ha tenido que transmitir esta decisión. Pero no olvidemos que esto no empieza conmigo. Esto empieza con unas denuncias o unos chismorreos de unos vecinos en un pueblo de al lado. Yo me solidarizo con esos vecinos, hablo con el párroco para decir esto es una injusticia. Ha habido quien ha aprovechado para radicalizarlo, llevarlo a posturas políticas. Yo soy alcalde, pertenezco a un partido político, pero esto no me ha pasado por eso, ni por pertenecer a una cofradía … Me ha pasado como Rubén, por mi condición sexual y por vivir en pareja.
El PSOE, incluso la ministra de Igualdad, te han defendido. En cambio, la diócesis de Segovia se ha reafirmado en su postura, exigiendo al PSOE una disculpa, y hablando de escándalo. ¿Qué te ha parecido el comunicado?
Mi partido político, y otros partidos, me han mostrado su apoyo. A nivel interno, privado, tengo mensajes de alcaldes, concejales, representantes de la comunidad, representantes institucionales, tanto del Partido Popular, del Partido Socialista, incluso de Vox, de Izquierda Unida, de Podemos, de Ciudadanos, organizaciones y colectivos de distinto tipo, e incluso religiosas y religiosos, y sacerdotes de la diócesis. Con lo cual, el origen de todo esto no es una cuestión por ser del Partido Socialista.
El comunicado del PSOE es un comunicado de defensa respetuoso, en el que además dice que espera que con la llegada del nuevo obispo se quiten estas estas acciones que un tinte homofóbico o LGTBI-fóbico clarísimo. Sobre el comunicado de la diócesis, diría dos cosas: una, ¿de quién es la responsabilidad, de quien ha sido obispo hasta ahora, o de quien va a serlo a través del sábado? Y luego se dice que hay una serie de condiciones para comulgar, cumpliendo una serie de requisitos. Bueno, pero es que en esos mismos estados por los que hoy se me niega a comulgar son los mismos que yo llevo desde hace años, y que los sacerdotes que me han dado la comunión conocían.
Yo tengo esperanza en que esto cambie y por eso alzo la voz, precisamente. Me llena además de alegría y me reconforta que haya tantos mensajes de apoyo. Hay muchísimos menos, pero más ruidosos, de insultos, de bots y perfiles falsos que ladran
¿Qué le pedirías a la Iglesia?
Le pediría a la Iglesia que de verdad entremos con fuerza en la primavera de la Iglesia, y dejemos atrás este invierno perpetuo en el que algunos quieren permanecer, porque se sienten muy cómodos. Y que entremos de verdad en ese Jubileo de la esperanza. Yo tengo esperanza en que esto cambie y por eso alzo la voz, precisamente. Me llena además de alegría y me reconforta que haya tantos mensajes de apoyo. Hay muchísimos menos, pero más ruidosos, de insultos, de bots y perfiles falsos que ladran.
Se me aparta del ejercicio fundamental del centro de la vida cristiana que es la eucaristía y... espero que esto pueda llegar a cambiar algún día. Dejo en el aire esas reflexiones, ¿Por qué ahora sí y antes? ¿Le va a pasar a más gente? Ojalá que no. Yo no quiero que esto le pase a nadie más. ¿Cómo cuadra eso de iniciar un camino de conversión? ¿Eso qué es, a qué suena?
¿Qué vas a hacer, como ciudadano y como creyente, a partir de ahora?
Como ciudadano, como creyente, soy una persona creyente, homosexual, progresista, de izquierdas. Voy a seguir defendiendo aquellas ideas en las que creo, voy a seguir alimentando mi fe en la medida que pueda, aunque al margen de la Iglesia, porque no me dejan otra opción. Voy a seguir orando, voy a seguir intentando no perder la fe y la esperanza. Y desde luego voy a seguir luchando por aquello en lo que creo y apoyando todas aquellas causas que crea justas, todas aquellas reivindicaciones en las que creo.
Estoy sumamente agradecido a mis vecinos, a la gente de mi parroquia, a todas las personas, organizaciones e instituciones que me están trasladando su apoyo. Especialmente, estoy siendo acompañado por dos sacerdotes, que me están animando, cuidando, acompañando en la oración. Siento que Dios se está sirviendo de ellos para darme consuelo y acompañarme. Sin ellos dos, sin su ayuda en estos momentos, a nivel espiritual, creo que estaría alejándome mucho más de la Iglesia
Jesús Bastante
RD
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