Tuesday, November 03, 2009

Espacio Sagrado


Lucas 14:15-24
Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "Feliz el que tome parte en el banquete del Reino de Dios". Jesús respondió: "Un hombre dio un gran banquete e invitó a mucha gente. A la hora de la comida envió a un sirviente a decir a los invitados: "Vengan, que ya está todo listo". Pero todos por igual comenzaron a disculparse. El primero dijo: "Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes". Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes". Y otro dijo: "Acabo de casarme y por lo tanto no puedo ir". Al regresar, el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos". Volvió el sirviente y dijo: "Señor, se hizo lo que mandaste y todavía queda lugar". El patrón entonces dijo al sirviente: "Vete por los caminos y por los límites de las propiedades y obliga a la gente a entrar hasta que se llene mi casa. En cuanto a esos señores que había invitado, yo les aseguro que ninguno de ellos probará mi banquete".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

La invitación de Dios es desde el corazón. El amor de Dios, como un generoso banquete, es para todos. La historia presenta a Dios decepcionado y hasta enojado porque no respondemos. Cualquiera que sea el enojo de Dios no dura mucho; las sillas vacías en el banquete se llenarán de gente que no esperaba una invitación.
Se invita a todos a la oración, al amor y al culto.

No comments: