Benedicto XVI pide respeto para los menores inmigrantes
Resalta la concordia con los judíos antes de visitar la sinagoga de Roma
Benedicto XVI renovó hoy su llamamiento a la comunidad internacional y a las distintas organizaciones humanitarias para ayudar a la población de Haití en estos momentos de "inmensas necesidades".
El Pontífice pronunció estas palabras con ocasión del rezo del Ángelus, que como cada domingo, presidió desde la ventana de su estudio ante los miles de peregrinos que se habían congregado en la plaza de San Pedro del Vaticano.
"Nuestro pensamiento, en estos días, se dirige a la amada población de Haití". "Sigo y doy ánimos a los esfuerzos de las numerosas organizaciones caritativas que se están haciendo cargo de las inmensas necesidades del país", aseguró.
El Papa dijo estar rezando "por los heridos, por los sin techo y por todos aquellos que trágicamente han perdido la vida" y señaló que el nuncio de la Santa Sede en este país le está informando de todo "constantemente". De hecho, fue él quien le comunicó la muerte del arzobispo de la Puerto Príncipe y de muchos sacerdotes, religiosos y seminaristas como consecuencia del seísmo, concretó.
El Papa hizo estas declaraciones momentos antes de iniciar su visita a la sinagoga de Roma. En este sentido, Benedicto XVI agregó que entre las dos religiones se respira un clima de gran respeto y de diálogo.
El Obispo de Roma recordó que su visita al Templo Mayor de Roma se produce casi 24 años después de la que realizó el papa Juan Pablo II, la primera vez en la historia que un Pontífice pisaba un templo judío y que su encuentro con la comunidad hebrea romana "es una ulterior etapa más en el camino de concordia y de amistad entre católicos y judíos".
"A pesar de los problemas y dificultades, entre los creyentes de las dos religiones se respira una clima de gran respeto y de diálogo, testimonio de que las relaciones han madurado y del compromiso común de valorar lo que nos une: la fe en el único Dios, antes que nada, y en la tutela de la vida y de la familia, la aspiración a la justicia social y a la paz", afirmó el Papa.
La visita de Benedicto XVI a la Sinagoga romana está precedida de las críticas judías a su reciente decisión de acelerar el proceso de beatificación de Pío XII, el Papa al que los judíos acusan de haber callado ante el Holocausto judío.
Los judíos también han criticado duramente que el Papa haya levantado la excomunión a un obispo tradicionalista, el lefebvriano Richard Williamson, que niega el holocausto judío.
Esta será la tercera vez que el Papa Ratzinger entra en una sinagoga. La primera fue en 2005, cuando visitó la de Colonia (Alemania) y en 2008 cuando pisó la de Park East, durante su estancia en Nueva York (EEUU)
Durante su intervención, Benedicto XVI también incidió, con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, que Jesús fue emigrante, y pidió que se respeten los derechos de los niños emigrantes.
"Jesucristo, que de niño vivió la dramática experiencia del refugiado debido a las amenazas de Herodes, enseña a acoger a los niños con gran respeto y amor. Cualquier niño, cualquiera que sea su nacionalidad o color de piel, tiene que ser considerado como una persona, imagen de Dios, a la que hay que promover y tutelar contra cualquier marginación o explotación", dijo el Papa.
El Pontífice agregó que hay que garantizar todos los derechos a los niños inmigrantes que viven en un país extranjero y que hay que ayudarles a resolver sus innumerables problemas.
Benedicto XVI exhortó a las comunidades cristianas y a los organismos que ayudan a los menores y refugiados a "tener viva la sensibilidad educativa y cultural" hacia ellos.
Con motivo de esta 96 Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, Benedicto XVI hizo público un mensaje en el que expresa su "preocupación" por la situación de los niños emigrantes y refugiados y ha pedido a Estados e instituciones internacionales que intervengan para garantizarles un ambiente social que permita su desarrollo físico, cultural, espiritual y moral.
El lema de esta jornada es "Los Emigrantes y refugiados menores" y en su mensaje el Pontífice señaló que la emigración es un fenómeno "que impresiona" debido al número de implicados, por las problemáticas sociales, económicas, políticas, culturales y religiosas que plantea "y por los desafíos dramáticos que supone para las comunidades nacionales y para la internacional".
"El emigrante es un ser humano con derechos fundamentales inalienables que todos deben respetar siempre", afirmó el Obispo de Roma, que agregó que aunque la Convención de los Derechos del Niño afirma con claridad que hay que salvaguardar siempre el interés del menor, "lamentablemente en la realidad esto no siempre sucede".
Añadió que aunque en la opinión pública crece la conciencia de la necesidad de una acción concreta e incisiva para la protección de los menores de edad, muchos de ellos son abandonados y corren el riesgo de ser explotados.
Benedicto XVI subrayó que vivir en un país extranjero sin puntos de referencia reales genera en los niños "innumerables trastornos y dificultades, a veces graves, especialmente a los que se ven privados del apoyo de su familia".
(RD/Agencias)
No comments:
Post a Comment