Saturday, April 14, 2012

Austria; la misa de Martha se arriesga a la excomunión

La cofundadora del movimiento "Somos Iglesia" se encuentra en ruta de colisión con el Vaticano

GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO

Martha Heizer, profesora de religión de Innsbruck, cofundadora y directora de «Somos Iglesia», desafía al Vaticano y anuncia su intención de celebrar misa incluso corriendo el riesgo de pagar con la excomunión. En realidad la cuestión quedó definitivamente zanjada tras la respuesta del entonces prefecto del antiguo Santo Oficio, Joseph Ratzinger sobre la doctrina de la carta apostólica «Ordinatio sacerdotalis».

La duda que surgió entonces estaba relacionada con la facultad de la Iglesia de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres. El no de la doctrina a las mujeres sacerdote, aclaró el actual Pontífice, es «definitivo» en cuanto dicha doctrina se funda en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el inicio. Esta ha sido propuesta de manera infalible por el magisterio ordinario y universal (constitución dogmática «Lumen gentium» del Concilio Vaticano II). Arraigado en el Nuevo Testamento, el ministerio sacerdotal cristiano, desde el principio, se confería sólo a los hombres. La teóloga tirolesa Martha Heizer y su grupo de creyentes propone que se haga posible la eucaristía sin sacerdotes, recurriendo a formas privadas de celebración. Se trata de un uso del cual hay que dar parte inmediatamente a la Santa Sede ya que forma parte de los “delicta graviora”. Los siete los puntos del llamado a la desobediencia de los párrocos promotores de la Pfarrer-iniziative tienen que ser examinados individualmente y no en conjunto- subraya la agencia católica Adista. La comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, por ejemplo, podría ser concedida aunque con determinadas condiciones». En abril de 1995 un pequeño grupo de católicos de Innsbruck guiado por Thomas Plankesteiner y, precisamente, por Martha Heizer, promovió un «Llamado del pueblo de Dios» compuesto por cinco puntos (más democracia en la Iglesia, un papel más amplio de la mujer, celibato sacerdotal facultativo, una moral sexual diferente). Este fue dirigido a la jerarquía de la Iglesia católica confiando en obtener respuestas concretas.

El consenso fue amplísimo en Austria (505.000 firmas, en Alemania 1.800.000, mientras fueron menores en otros países europeos, aunque siempre decenas de miles, 35.000 en Italia). Las firmas fueron presentadas en el Vaticano en octubre de 1997 por casi quinientos delegados de toda Europa. Fue escrita una carta al papa Wojtyla, que no respondió. «Ninguna de las reformas propuestas ha sido llevada a cabo, a pesar de la frustración por este fracaso, que por otra parte era previsible, del Llamamiento ha surgido un movimiento internacional», refiere Adista. La sigla es IMWAC (International Movement We Are Church) y en el que participan las secciones nacionales (Noi Siamo Chiesa en Italia, Somos Iglesia en España, Wir Sind Kirke en los países de lengua alemana, Nous Sommes aussi L’Eglise en Francia , We Are Church en Reino Unido y en Estados Unidos). El pasado mes de julio, la cuestión de la ordenación femenina fue motivo de polémica también en Portugal. El Cardenal José Policarpo, Patriarca de Lisboa se vio obligado a difundir una carta para puntualizar que respecto a la ordenación de las mujeres se encuentra «en comunión con el Papa». El Patriarca tuvo que hacer frente a la polémica suscitada por algunas de sus declaraciones («no existe ningún obstáculo teológico fundamental» a la ordenación de las mujeres, aunque subrayaba que «no hay ningún Papa que tenga poder al respecto. Esto llevaría a tensiones, y sucederá solo si Dios quiere que suceda y si forma parte de sus proyectos»).

En su explicación, el cardenal Policarpo reconoció que él mismo nunca había «tratado sistemáticamente la cuestión». Y especificó: «El hecho de que no haya mujeres entre estos sucesores y cooperadores no significa hacer de menos a las mujeres, sino la búsqueda de la complementariedad entre lo masculino y lo femenino plenamente materializada en la relación de Cristo con María». En los primeros tiempos de la Iglesia, puntualizaba el purpurado, «es conocida la armonía entre el hecho del sacerdocio apostólico conferido a los hombres y la importancia y la dignidad de las mujeres en la Iglesia». Para el Cardenal Policarpo, una de las causas de la reivindicación del sacerdocio femenino es «la pérdida de conciencia de la dignidad sacerdotal de todos los miembros de la Iglesia, reduciendo la expresión sacerdotal al sacerdocio ordenado».

De todos modos, el Magisterio más reciente de los papas, interpreta esta tradición ininterrumpida de ordenar solamente a los hombres «no solo como una forma práctica de actuar, que puede cambiar al ritmo de la acción del Espíritu Santo, sino como una expresión del misterio mismo de la Iglesia, que tenemos que acoger en la fe». Por lo tanto, «estamos invitados a respetar el magisterio del Santo Padre, en la humildad de nuestra fe, a seguir profundizando la relación del sacerdocio ministerial con la cualidad sacerdotal de todo el Pueblo de Dios y a descubrir el modo femenino de construir la Iglesia, en el papel decisivo de la misión de nuestras hermanas, las mujeres». En conclusión, la esperanza es que Martha comprenda que una misa no vale una excomunión.


Vatican Insider

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