Un encuentro imborrable y muy fructífero para dirigentes vecinales y autoridades comunales de La Granja sostuvo el Arzobispo de Santiago, en la Escuela Tecno Sur, de la población San Gregorio, donde presidió la eucaristía y compartió las onces con más de 200 representantes de organizaciones comunitarias.
La actividad se desarrolló el pasado viernes 13 de abril pasado, en el marco del inicio de la tercera etapa del Programa de Prevención de Drogas y Seguridad Vecinal, y se inició con la misa, concelebrada por sacerdotes de parroquias de La Granja, en la que participaron el alcalde, Claudio Arriagada, otras autoridades de la comuna, dirigentes locales y jóvenes voluntarios de los Programas Promoción de Salud y Escuelas de Fútbol Municipal, con un total de cerca de 500 asistentes.
Arquitectos, ingenieros y artesanos de sus propias vidas
En su homilía, monseñor Ezzati dijo especialmente a los jóvenes y niños que el Señor les regala tres títulos y tesoros para el proyecto de sus vidas: “Ser arquitectos, para construirlas con el arte y con la belleza; ser ingenieros, para construir el edificio de sus vidas, grande y hermoso, y ser artesanos, porque el ser artesano es el que todos los días, sabiendo que su vida debe construirla con arte, trabaja atentamente para construir su vida. Los niños deben ser buenos arquitectos y buenos soñadores, que sepan trabajar con mucho empeño en el estudio, en la formación humana y la formación espiritual, para que vayan construyendo bien el edificio de sus vidas y sean trabajadores conscientes, artistas que día tras día van labrando su vida”.
Luego, dirigiéndose a los adultos, los animó a apoyar a los jóvenes y a no dejarlos caer en la droga, y afirmó que esto no se puede lograr “si no están acompañados de la pedagogía, el afecto, la cercanía, la metodología que los ayude a crecer en ese proyecto de vida. Por eso me parece interesante e importante que tanto las instituciones públicas y también las instituciones de la Iglesia puedan colaborar para que este tesoro precioso que son los niños de la comuna puedan encontrar en ustedes la mano tendida, el corazón generoso y la inteligencia sagaz que los ayude a no caer en vicio o en la tentación de comer ese pan que produce la muerte, sino que puedan tener de parte de ustedes la ayuda necesaria para comer el pan de la vida, el pan que los haga el día de mañana hombres de bien”.
A propósito de este tiempo litúrgico de la Pascua, monseñor Ezzati dijo que “el Señor Resucitado nos anima en esta esperanza. Él ha vencido a la muerte y desde que el Señor ha resucitado y ha vencido a la muerte, nosotros no estamos destinados al fracaso en nuestro intento por construir vida y de construir vida en abundancia”.
El bien existe
El alcalde de la Granja, Claudio Arriagada, relató por su parte el drama del consumo de drogas incluso en niños pequeños, “que a la una o dos de la mañana están en las calles”. Afirmó que “nosotros sabemos que el bien existe, pero este es un flagelo mortal que está destruyendo la vida de la familia de nuestras poblaciones. Vecinos nuestros que eran esforzados obreros y trabajadores, hoy son traficantes y van ganando en prepotencia, en arrogancia; en nuestras poblaciones circulan coches de lujo, en medio de la miseria más grande, circulan vehículos que cuestan millones, sin respeto por la vida”.
Luego, dirigiéndose a monseñor Ricardo Ezzati, le manifestó que “por eso le quiero agradecer profundamente que me haya recibido, y hayamos tenido esa importante reunión y por eso le quiero agradecer el que haya aceptado, desde la fe, estar con nosotros acá, en la población, donde las cosas son duras. Si no hubiera llovido hoy día lo habríamos hecho en la calle, teníamos presupuestado cortar el transito y hacerlo por la calle, para que nos vean que no estamos solos, que hay guías espirituales con los cuales podemos contar”.
Finalmente, monseñor Ezzati compartió el té con un grupo de alrededor de 200 dirigentes vecinales, papás y mamás que están comprometidos en forma personal y en organizaciones vecinales a luchar por la prevención de la drogadicción entre los niños y jóvenes de la comuna.
Fuente: DOP - www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 18/04/2012
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