Marcha Peregrinación de Donosti a Loiola Por el camino de San Ignacio

Tras los pasos de SAN IGNACIO desde Donosti a Loyola reviviendo su andadura a su regreso de París, en la fecha del 25 de abril de 1535

Mañana, 22 de abril, tendrá lugar la XIX Marcha de Donostia a Loiola, siguiendo el camino que hizo San Ignacio cuando el 25 de abril de 1535 llegó a Azpeiti procedente de París. Los peregrinos saldrán a las 7 h. de la mañana, desde la iglesia de Jesuitas de Donostia (calle Andía, 3) y a las 10 h. desde la ermita de San Esteban de Usurbil, donde podrán añadirse los que lo deseen. Concluirá la Marcha en la Basílica de Loiola, con una eucaristía, a las 20 h., después de haberse detenido en la ermita de la Magdalena de Azpeitia. No es necesario inscribirse.


MARCHA - PEREGRINACION

Es una marcha ... pero no solo marcha 
Es una peregrinación ... en clave de oración 
es una vivencia compartida 
es una ilusión contagiosa 
es un esfuerzo gozoso 
es una experiencia que deja huella


Por los mismos valles y barrancos
por los mismos caminos y sendas
poniendo nuestros pasos en sus huellas
admirando los mismos sonidos y paisajes
bebiendo de las mismas fuentes y arroyos
bajo las mismas estrellas y el mismo sol
nos embebemos en el espíritu de Ignacio

Es una marcha:

supone caminar con esfuerzo
por las sendas y caminos, 
superando de hito en hito 
los puntos más significativos de la ruta.

Pisamos donde Ignacio pisó
Sudamos como Ignacio sudó
Nos acogen como Ignacio recibió hospitalidad

Es una peregrinación:

conlleva contemplar, orar, 
interiorizar, alabar, 
agradecer, suplicar, cantar, ... 
caminar por el camino
y caminar por la vida
con el corazón siempre abierto
a lo humano y a lo sagrado 

Marchamos con los pies y la mirada puesta en el suelo
porque todo lo humano es para nosotros cercano .

Somos un grupo: es decir marchamos siempre en grupo
respetando los ritmos de la marcha
tanto en el caminar como en las paradas y descansos.

Peregrinamos con el corazón y la mirada puesta en el cielo
porque lo divino no es para nosotros lejano.

En las ermitas nos concitamos, porque somos un grupo,
uniendo la reflexión a nuestra plegaria y nuestro canto
que da sentido a nuestro compromiso cotidiano.

Con decisión y con ilusión:
tanto en la marcha ... 
como en la vida.