Roma contesta que está "completamente autorizada" para investigar el cese de Von Boeselager
La congregación tacha a la comisión pontificia de "legalmente irrelevante" y "superflua"
(Cameron Doody).- Sedición inédita de la Orden de Malta contra el Papa Francisco. La más antigua de las órdenes hospitalarias de la Iglesia ha comunicado que no colaborará de ninguna de las maneras con la comisión de investigación establecida por el pontífice, tachando su intervención por parte de la Santa Sede de "legalmente irrelevante", jurídicamente "imposible" y "superflua".
"Considerando la irrelevancia jurídica de este Grupo y de sus conclusiones... la Orden ha decidido que no debe colaborar con él". A este nivel llega la rebeldía de la cofradía en un nuevo comunicado, colgada este martes en su web.
En dicho comunicado, el Gran Magisterio afirma que la decisión de no cooperar con la investigación que indagará en las circunstancias de la salida de su fustigado ex-Gran Canciller, Albrecht Freiherr von Boeselager, responde a un deseo de "proteger su soberanía contra iniciativas que afirman estar dirigidas en cuestionar o incluso limitar objectivamente dicha soberanía".
A tal fin, la congregación informa que ha decidido amordazar a los presidentes nacionales que no están de acuerdo con la postura que han tomado sus máximos responsables, el Gran Maestro Matthew Festing y el Cardenal Patrono Raymond Burke.
"La posición del Gran Magisterio es que las declaraciones que miembros individuales consideren que podrían hacer al grupo (de investigación) no pueden, en sus términos y juicios, estar en contradicción, directa o indirectamente, con la decisión del Gran Maestro" en lo que concierne a la fulminación de von Boeselager.
Más allá en su comunicado, la Orden tacha de "legalmente irrelevante" la intervención de la Santa Sede, pese a que tanto el Secretario de Estado, Pietro Parolin, como el responsable de la comisión de investigación, Silvano Tomasi, ya han insistido que dado que la Orden de Malta es una asociación religiosa la Santa Sede sí tiene autoridad sobre ella.
El Gran Magisterio aumenta aún más la tensión al sostener que "la negativa a un mandamiento 'en obediencia' no justifica en modo alguno la participación de 'superiores religiosos', tanto más que no todos pertenecen a la Orden".
Se refiere así a la negativa de von Boeselager a presentar su dimisión cuando se la pidieron sus superiores, el Gran Maestro Matthew Festing y el Cardenal Patrono, Raymond Burke. La Orden no hace ninguna mención, sin embargo, al hecho de que Festing y Burke obraron así alegando que su dimisión fue lo que quería la Santa Sede, aserción que ha resultado ser falsa.
La participación de la comisión del grupo de investigación, continúa el comunicado, "además de ser imposible desde el punto de visita jurídico, es también superflua en cuanto a la protección de los miembros de la Orden". Para la tutela jurídica de sus miembros ya existen, dice, sus propios procedimientos legales internos. Recurso que ya utilizó von Boeselager, de hecho, al denunciar su caso en el tribunal interno de la Orden el pasado 4 de enero, según nuevas informaciones publicadas la mañana de este jueves por AP. En esta ocasión el noble sostuvo que aunque su cese hubiera sido legalmente válido -cosa que no lo fue- la forma en que se hizo efectivo no cumplió "con ninguna de las condiciones previstas" en la constitución de la cofradía.
Por último la Orden señala en su comunicado que "la falta de cooperación con el mencionado grupo... no puede en modo alguno ser considerada como una falta de respeto". Aseveración que resulta difícil creer, dado la voluntad expresada del cardenal Parolin y el arzobispo Tomasi -además del propio Papa Francisco- que se lleve a cabo una investigación exhaustiva para aclarar el por qué de los subterfugios de Burke y Festing a la hora de forzar la dimisión de von Boeselager.
El Vaticano sigue insistiendo en que la insubordinación de Burke y Festing requiere investigación
Por su parte, los integrantes de la comisión del Vaticano siguen insistiendo en que lejos de quedarse en mero "asunto interno" de la Orden, el escándalo del cese de von Boeselager va directamente a una falta de obediencia de sus máximos responsables.
Como informa el Catholic News Service, en una nota preparada para el comienzo de las comparecencias de testigos ante la comisión el próximo 16, la comisión reitera que está "completamente legitimado y autorizado" como para emprender su trabajo y informar al Papa de sus conclusiones.
"No se trata de interferir en los asuntos internos de la Orden porque el propósito de la comisión, tal y como ha quedado evidente, es rendir cuentas al Papa sobre los procedimientos (usados para destituir a von Boeselager) y nada más", reza la nota, fechada este mismo miércoles 11.
Además de recordar que el Papa no solo tiene autoridad sobre los laicos y clérigos sino también "autoridad inmediata sobre las ordenes religiosas", la nota recalca en que "los caballeros y capellanes profesados se obligan a obedecer al Santo Padre", voto que además se recoge en la constitución de la Orden y el código de derecho canónico.
Por todo lo anterior, las pesquisas del Vaticano "de ninguna de las formas pongan en cuestión la soberanía de la Orden del soberano Gran Maestro", zanja la nota legal. "El Santo Padre tiene autoridad plena para pedir a su comisión que le responda a él y a él solo sobre la investigación que clarificará el procedimiento que desencadenó en la destitución".
RD
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