- La carta de Viganò ha destapado una organizada oposición ideológica y mediática al Papa en EE UU
- “Hay una oposición bien organizada y financiada por católicos de extrema derecha”, señala James Martin
Es más ‘Laudato si’’ que ‘Amoris laetitia’. Es más la denuncia del capitalismo que mata que la apertura a los homosexuales. Francisco ha hecho tambalear el bolsillo de los poderosos. Y por ahí no pasan. “Existe una oposición bien organizada y bien financiada”. Así lo asegura el jesuita James Martin en conversación con Vida Nueva. La carta del exnuncio estadounidense Carlo Maria Viganò contra Jorge Mario Bergoglio y su pontificado ha sido la bomba de un rechazo que lleva años hirviendo a fuego lento.
EWTN (con un presupuesto de casi 28,5 millones de euros anuales), Life Site News, Church Militant y National Catholic Register –quien difundió la carta y que es uno de los portales del conglomerado de EWTN– son los medios utilizados para el ataque, que durante las últimas semanas han doblegado sus esfuerzos a golpe de titulares para alimentar la oposición al papado. “Efectivamente la oposición es promovida furiosamente por estos medios. Su financiación proviene de muchos lugares, pero principalmente de católicos de extrema derecha. Todos estos medios tienen el mismo objetivo: desacreditar y deslegitimar al Papa. La gran ironía es que antes de Francisco la mayoría de ellos decían que no se podía estar en desacuerdo con el papa”, apunta Martin.
Timothy Busch, un importante abogado católico y accionista de EWTN, es una figura clave en la oposición estadounidense. Viganò compartió su carta con él antes de hacerla pública. Busch es el autor de la mayor donación en la historia de la Universidad Católica de América. Nada menos que 13 millones de euros. Donaciones de estas características son el motivo por el que en la mayoría de las universidades católicas americanas ‘Laudato si’’ no existe. “Quienes financian los centros participan de las actividades que el documento critica”, apunta a esta revista Rafael Luciani, profesor de Teología del Boston College. Lo confirma un cardenal del continente. Y es que Francisco cometió un ‘error’ en su encíclica: denunciar la compraventa de bonos de carbono. Algunos de los católicos estadounidenses que invertían en el sector han dejado de hacerlo. Y eso a la industria no le gusta.
“Muchas formas de catolicismo, pero no todas cristianas”
Los medios citados no dudan en sacar a pasear la misma palabra una y otra vez: cisma. “En EE UU hay muchas formas de catolicismo, pero no todas son cristianas…”. Así lo expresa Luciani. “Una mayoría entiende que Francisco está equivocado y no hay manera de entrar en diálogo con ellos… A lo máximo que se ha llegado es al silencio”, sostiene. Y añade: “Es llamativo que en las parroquias en las que se pide en cada eucaristía por el Papa, su magisterio esté vetado. Realmente no sabemos si habrá una ruptura cismática, pero las bases están puestas”.
Las tácticas mediáticas utilizadas por estos medios de comunicación recuerdan a las que auparon a Donald Trump a la Casa Blanca. Salvo que esta vez con menos éxito. “Son las mismas –remarca Martin–: la demonización de los individuos (en este caso, Francisco y los cardenales y obispos que lo apoyan); la difamación de aquellos que son vistos como ‘diferentes’ (como las personas LGTB) y el uso constante de mentiras, medias verdades y desinformación para avanzar en sus agendas. Es realmente bastante oscuro”. Y lo peor es que “estos católicos y sitios web católicos están utilizando el sufrimiento de los niños para promover sus propia agenda eclesial, que es atacar al Papa”.
En opinión de Luciani, la principal reforma de Francisco es “haber tocado el poder. Y en EE UU una mayoría de fieles, sacerdotes y obispos, o están en contra del Pontífice o mantienen un silencio cómplice”. Además, eso de acompañar y de estar en las periferias no les suena del todo bien. “Las parroquias se han limitado a ofrecer sacramentos y a pedir dinero por ello, abandonando todo acompañamiento. Y esto ha provocado la fuga de inmigrantes a otras Iglesias. De hecho, en la mayoría de las parroquias, si no estás inscrito, no puedes recibir los sacramentos. Todo gira en torno al dinero, y se ha perdido la conexión con la persona…”. Es más Laudato si’ que Amoris laetitia. Es más la denuncia del capitalismo que mata que la apertura a los homosexuales. Francisco ha hecho tambalear el bolsillo de los poderosos. Y por ahí no pasan…
Vida Nueva
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