Fernando Quiroz, autor de "Justos por pecadores"
El escritor colombiano Fernando Quiroz, cuya última novela 'Justos por pecadores' trata sobre el Opus Dei, aseguró hoy en entrevista con Efe en México que los miembros de esta orden 'van por el papado, sin ninguna duda'.
Quiroz (Colombia, 1964) quedó finalista del Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2008 con esta novela, que trata sobre un joven que después de una década en el Opus Dei desea abandonar la organización.
El autor, que visitó México para promocionar su tercera novela, tomó su propia experiencia personal como base para su obra, pues cuando era joven salió desencantado de las filas del Opus Dei.
'En el Vaticano es impresionante el poder del Opus Dei', indicó Quiroz, ya que 'según se dice, ellos ayudaron a solucionar una crisis del Banco Ambrosiano, que es el que maneja las finanzas del Vaticano'.
Quiroz explicó que el fundador del Opus Dei, Jose María Escrivá de Balaguer (1902-1975), 'ya había movido sus cuarteles de Madrid a Roma, empezó a hablarle al oído al Papa Juan Pablo II, y a cambio de los favores y del cortejo que le tendieron, el Papa les dio la prelatura personal, por la cual los miembros del Opus en lugar de obedecer a su obispo obedecen al superior de su organización'.
'No sé si todavía pueda ser un miembro del Opus Dei Papa, pero ellos van por eso sin ninguna duda, y de hecho su influencia en el Vaticano ha sido definitiva para evitar que la Iglesia evolucione y trate de actualizarse un poco, y para que se mantenga en esa ultraderecha convirtiéndose en una iglesia arcaica', opinó.
Quiroz fue miembro numerario del Opus Dei durante un año en su adolescencia, cuando tenía 16 años y 'era ingenuo'.
De esa etapa, recordó cómo se vio obligado a renunciar a las mujeres 'de por vida', y cómo sufrió 'mortificación por los pecados del mundo', a través de un cilicio que se debía poner dos horas al día en la pierna, y de latigazos que se daba todos los sábados, además de un 'exceso de oración'.
'El Opus Dei tiene un mecanismo bien estudiado y engrasado de lavado de cerebro, cuyas puntas de lanza son la educación y los medios de comunicación', aseguró el novelista.
Explicó que en su adolescencia él estudió en un colegio del Opus, y que le atrajeron 'por engaños, como a los demás', primero con campeonatos de fútbol, unas cervezas, unas reuniones juveniles, charlas de espiritualidad, hasta que 'te hacen sentir que eres un elegido'.
Así, se fue alejando de su familia, lo que luego propició que guardase el secreto toda su vida de lo que pasó ese año en la organización.
De hecho sus padres no se enteraron de todo eso hasta ahora, indicó.
'Te cierran todas las posibilidades de conocimiento del mundo, excepto la que ellos te quieran dar', dijo, y recordó por ejemplo que en su escuela estaba prohibida la novela 'Cien años de soledad' del Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez.
Quiroz salió de la organización porque tuvo dudas y aunque intentaron corregirle con amenazas de que si la abandonaba podría darle cáncer, finalmente le dejaron ir porque suponía 'un mal ejemplo' para los compañeros de su edad, explicó.
A Quiroz le resultó imposible seguir siendo católico después de todo esto, e incluso consideró necesarias terapias y psicoanálisis para reincorporarse a la sociedad. Aseguró que toda la represión que ejerce la Iglesia y el Opus Dei sobre la curiosidad sexual es la causante de tantos escándalos de pederastia.
'Es como una represa, si cierras todas las compuertas al final revienta', concluyó el autor de otras dos novelas, 'En esas andaba cuando la vi' (2002) y 'Esto huele mal' (2006).
El periodista Digital
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