Hambre y desnutrición son inaceptables en un mundo que tiene medios para todos. Es el mensaje del Papa llevado al vértice de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) la mañana del 3 de junio en Roma, por el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado vaticano. La política, dice el Papa, debe colmar las diferencias crecientes entre riqueza y pobreza, debe colaborar con las organizaciones de la sociedad civil, no debe aceptar que la voluntad de pocos bloquee los intereses de la mayoría. Porque la pobreza y la desnutrición non son una fatalidad y el derecho a la alimentación es una cuestión de justicia, vinculado a la defensa y tutela de la vida humana. El Papa recuerda la importancia de tutelar a los pequeños productores que con su trabajo apoyan a las familias y por esto los intereses económicos no deben disgregar el tejido social o prevaler sobre el bien común. A los gobiernos, el Papa pide medidas valientes para no derrotarse, ninguno, delante al hambre o la desnutrición
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