El dato fue revelado en una nota de los obispos estadounidenses. El arzobispo de Nueva York: «Vigilemos para que ya no sucedan»
REDACCIÓNROMA
El 68% de los abusos sexuales en contra de menores que fueron denunciados en 2011 dentro de la Iglesia católica de los Estados Unidos sucedió entre 1960 y 1984, sobre todo entre 1975 y 1979. Se trata de 683 adultos, a los que la Iglesia ofreció ayuda y cura: 453 de ellos aceptaron el apoyo (y se suman a las más de 1750 personas que están recibiendo el mismo tipo de ayuda psicológica). El 3 % de las denuncias de 2011 (21 casos) tiene que ver con menores: 7 fueron declarados creíbles por las autoridades, 3 fueron considerados falsos y los restantes presentan diferentes tipos de dificultades.
Es lo que se desprende del Informe anual 2011 sobre la “Carta para la protección de los niños y los jóvenes” que cita la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. «Casi todas las diócesis del país –indican los obispos estadounidenses– han respetado los 17 puntos de la Carta». Faltan las diócesis de Baker, Oregon, Lincoln, Nebraska y seis eparquías de rito oriental, «que se han negado a participar en las revisiones, por lo que resultan no adecuadas» a las reglas.
Los costos para manejar la crisis han disminuido, en general, con respecto al año anterior, pero aumentaron los gastos legales. En total, en 210 se usaron 124 millones de dólares para terapias, apoyo a las víctimas y a las familias afectadas, etc. En 2011 el costo fue menor (109 millones de dólares). Las diócesis y las congragaciones religiosas en conjunto gastaron 150 millones de dólares en 2010 y 144 millones de dólares en 2011. Entre los religiosos acusados por haber cometido abusos, 253 murieron, 58 fueron despojados de sus investiduras religiosas y 281 fueron “removidos” con base en acusaciones precedentes.
«Aunque el informe indica que la mayor parte de las acusaciones tiene que ver con el pasado –afirma el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia episcopal estadounidense– la Iglesia debe continuar vigilando. Debemos hacer lo posible para que estos abusos no se repitan. Seguiremos trabajando para una plena cura y reconciliación con las víctimas».
La nota recuerda que en toda la nación han recibido formación alrededor de 1,8 millones de volintarios en las parroquias y escuelas católicas para prevenir los abusos sexuales en contra de menores. A casi 5 millones de niños se les ha enseñado cómo reconocer eventuales molestias, a decir que no y a decírselo a sus padres o a adultos en los que confíen.
Vatican insider
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