La Palabra de Dios
Mateo 11: 28-30
Jesús dijo: "Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana."
Escuchando La Palabra
Lee este texto lentamente, varias veces, y percibe si alguna palabra, o frase, se destaca de las demás, y quédate con ella por el tiempo que quieras, antes de seguir leyendo.
Este ejercicio es como probar un dulce. No trates de analizar la frase, tal como no se debe mascar un dulce para que dure más, o que tampoco examinarías en qué consiste el dulce antes de probarlo.
A menudo una frase atraerá la atención de nuestro subconsciente, antes de nuestra mente consciente se dé cuenta de la razón de esa atracción. Por eso es bueno quedar meditando esa frase lo más posible, sin tratar de analizarla.
Pueden aparecer muchas distracciones en mi mente; pero algunos pensamientos, lejos de ser distracciones, pueden convertirse en la sustancia de mi oración. Es como si la frase de la Escritura fuera una linterna, que ilumina la corriente de mis pensamientos, memorias, reflexiones, sueños, esperanzas, ambiciones y temores, y mi oración llega a ser una mezcla de la Palabra y de mis pensamientos y sensaciones profundas.
Reflexiones sobre la lectura de hoy
- El Reino del Dios Salvador que vendrá, no sólo traerá seguridad y bienvenida a todas las personas que se sienten solas y abandonadas. El Reino de Dios también promete alivio y apoyo a aquellos que simplemente sienten que la vida se ha puesto muy difícil para ellos/as.
- Jesús nos entiende mejor de lo que nos entendemos nosotros mismos. Su corazón, gentil y humilde, sale a recibirnos.
- Un día Jesús invitará a su grupo de sus primeros seguidores a seguirlo a un lugar tranquilo y descansar un tiempo. Se hallan cómodos en su presencia y rejuvenecidos.
- Este “descanso”, el sentido de haber sido aceptados/as, hace desaparecer la debilidad y renueva nuestra energía. No hay sorpresa aquí: El Dios Salvador mismo es el centro de energía del universo, el Creador, el que siembra las estrellas.
Conversación
¿Que sentimientos surgen en mí al orar y reflexionar sobre la Palabra de Dios?
Me imagino a Jesús mismo sentado o de pie, cerca mío, y le abro mi corazón.
Conclusión
Gloria al Padre y al Hijo y al Espiritu Santo;
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amen
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