Carmen de los Ríos, dirige el Centro Loyola Ayacucho, en Perú. Dicha entidad forma parte de una red de Centros Loyola en Perú. En la mayoría de las localidades -Piura, Chiclayo, Tacna o Arequipa- se trata de centros de formación y espiritualidad ya que en esas zonas existen obras sociales consolidadas, pero en el caso de Ayacucho es además un centro social ya que asumen también esa parte del trabajo. Carmen de los Ríos participa además en una red de mujeres latinoamericanas que suman voluntades para reflexionar acerca del papel que desempeñan las mujeres en las obras sociales de la Compañía de Jesús.
¿Cómo surgió esta colaboración?
Nos convocó Mario Serrano, delegado para la Misión de la Conferencia de Provinciales en América Latina y El Caribe (CPAL) y en total somos catorce mujeres de diferentes obras y regiones de la Compañía de Jesús de América Latina. Nuestro llamado es reflexionar sobre el papel de las mujeres en la Compañía de Jesús. Estamos presentes en las diferentes organizaciones tanto a nivel social, como al interno de la Iglesia y esta reflexión era una asignatura pendiente. Si no la asumimos nosotras mimas, nadie lo va a hacer por nosotras.
¿Qué horizonte de trabajo tiene este grupo por delante?
En primer lugar vamos a tratar de recoger todas las experiencias e iniciativas en marcha en las diferentes provincias de la Compañía de Jesús de Latinoamérica y el Caribe. Una vez hecho esto veremos a analizar cuál es el rol de las mujeres, qué capacidad de decisión tenemos y en qué instancias de decisión participamos.
Aún nos encontramos dando los primeros pasos. Mantenemos reuniones vía Skype y muchos intercambios por whatsapp. Además hemos formado tres comisiones de trabajo. Una es la que comentaba que se ha puesto en marcha para recoger las experiencias existentes. Otra se encargará de elaborar un marco teórico que nos sirva de referencia para no salirnos de la ruta. Y otra más para recoger propuestas. En noviembre durante la celebración del 50 aniversario del Secretariado de Justicia Social y Ecología (SJSE) coincidimos 3 de las integrantes del grupo y tuvimos la oportunidad de reunirnos contras mujeres de los cinco continentes. Durante el encuentro tuvimos una conversación con el Padre General, Arturo Sosa sj. Le hablamos de nuestro grupo de trabajo y que queremos reflexionar y realizar un aporte a la Compañía de Jesús sobre nuestro papel para ver cómo avanzar. Él se mostró muy contento, dijo que le alegraba mucho y que respaldaba nuestro trabajo. Lo único que nos pidió es que ampliáramos nuestro grupo para que puedan colaborar jesuitas y religiosas.
La Compañía de Jesús abrió una puerta con el Decreto 14 de la 34 Congregación General sobre la situación de las mujeres en la Iglesia Católica y en la sociedad civil. Se trata de un documento que nació con mucho entusiasmo, que tiene muy buenas intuiciones, pero que no ha tenido seguimiento. Han pasado 25 años y creemos que es hora de recogerlo y reimpulsarlo. Por esa razón necesitamos un marco teórico que nos guíe y que nos ayude a profundizar. Ahora cerramos el año con un documento de trabajo que será hoja de ruta para los próximos meses. Las mujeres representamos la mitad de la humanidad y somos muchas en las obras de la Compañía de Jesús. Colaboramos en la Misión, y también queremos estar presente en espacios de reflexión.
Hay mucho trabajo por delante pero nos ilusiona. Además creo que es importante que se pongan en marcha grupos homólogos en otros continentes porque las realidades de cada lugar son muy diferentes en India, en África o en Europa.
Alboan
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