Wednesday, November 15, 2006

Mes de María



La prometida de Dios esperaba su promesa

Texto Bíblico
Sf 3, 14
“Alégrate, hija de Sión; el Señor está contigo y viene a morar dentro de ti”.
Reflexión de S.S. Benedicto XVI
“Es sorprendente que el ángel, al entrar en la casa de María, le dirigiera el saludo griego: “alégrate”, “regocíjate”. Sus palabras son la repetición de una promesa del profeta Sofonías, quien inspirado por Dios, dice a Israel: “Alégrate, hija de Sión; el Señor está contigo y viene a morar dentro de ti”. Sabemos que María conocía bien las Sagradas Escrituras... Por eso, podemos tener la seguridad de que comprendió en seguida que las palabras del ángel eran las mismas que el profeta Sofonías dirige a Israel, a la “hija de Sión”, considerada como la morada de Dios... Así, la Virgen santísima entiende con claridad que precisamente Ella es la “hija de Sión”, llamada a ser la verdadera morada de Dios. Y que Dios quiere tomar, como su verdadero templo, precisamente a Ella, la Virgen.1 María es una mujer de esperanza: sólo porque cree en las promesas de Dios y espera la salvación de Israel, el ángel puede presentarse ante ella y llamarla al servicio total de estas promesas. 2”
(1 Homilía durante la Misa celebrada en la parroquia romana de Nuestra Señora de la Consolación. Domingo 18 de diciembre de 2005 / 2 Encíclica Deus Caritas Est. Nº 41)

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