Thursday, August 07, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. MIGUEL DE LA MORA Y DE LA MORA


Hoy, 7 de agosto, la Iglesia en América se viste de gala para conmemorar el nacimiento para el cielo de SAN MIGUEL DE LA MORA Y DE LA MORA, quien muriera mártir en un día como hoy de 1927 en la ciudad de Colima, en México. Nacido en el año 1878 en Tecalitlán, Diócesis de Colima, México, fue sacerdote, capellán de la catedral de Colima. En el año 2000 el Papa Juan Pablo II le proclamó Santo junto con otros 24 compañeros mártires. Unidos pues a la Iglesia mexicana brindemos nuestro sincero aplauso al mártir San Miguel de la Mora.


Meditación


QUERIDO SAN MIGUEL: hoy en el día que recordamos tu sacrificio, quisiéramos recordar algo de tu ejemplar vida. Eras un sacerdote sencillo, discreto, muy ordenado y puntual. La gente te apreciaba mucho porque te mostrabas siempre lleno de caridad para con los más necesitados y en cualquier momento, de día o de noche, estabas dispuesto a servir. Colima, fue el primer Estado de la república mexicana en que el gobierno exigió la inscripción de los sacerdotes para otorgarles licencias para ejercer. Esto no se podía aceptar. Por eso todos ustedes, sacerdotes junto con el obispo, protestaron enérgicamente y con valentía y afirmaron sin temor que estaban dispuestos a sufrir todo antes de ser traidores a su fe. Ante esto la respuesta del gobierno no se dejó esperar, ordenó que procesaran a todos los sacerdotes y que los desterraran del país. Evidentemente que esta decisión tu no la podías aceptar. Por eso junto con otros sacerdotes, te ocultaste para poder continuar prestando la ayuda pastoral a tus fieles. Pero te descubrieron y te amenazaron con cárcel definitiva. Viendo la presión del gobierno militar, prefieres salir de la ciudad. Pero en el camino te sorprenden y te llevan preso ante el general, quien inmediatamente te condenó por desobediencia. Fueron emocionantes los últimos pasos que diste en esta vida. Caminaste en silencio, hasta el lugar dónde ibas a ser fusilado. Llegas allí, sacas el Rosario y empiezas a rezarlo. Y con él en las manos y la alabanza de María en tus labios, caes abatido por las balas recibiendo así la recompensa a tu fidelidad.

Radio Vaticano

No comments: