Amor universal y justicia global
"Que los Magos fueron hombres y que, como tales, aparezcan Cabalgatas no es signo de machismo"
(Agustín Ortega).- En los últimos días, se ha suscitado un debate por la decisión, por parte de algunos responsables de gobierno, de convertir a los Reyes Magos en Mujeres Magas. Y, en esta línea, transformar dicho acontecimiento de la fe y de la Navidad en una fiesta que no tenga ninguna connotación religiosa. Trataremos de comentar este hecho y, en especial, el sentido profundo de la Navidad y de los conocidos como Reyes Magos, intentando evitar posturas integristas en un dialogo con el otro y con la cultura.
Pienso, sinceramente, que la decisión de poner a los Reyes Magos como mujeres no ha sido la más acertada, y que ello no se puede justificar por una supuesta igualdad de género. Dejamos primeramente bien claro que, por supuesto, hay que seguir luchando firmemente contra toda discriminación y violencia que sufra la mujer, que sigue padeciendo un machismo, exclusión y maltrato que hay que erradicar de una vez por todas.
Así nos lo muestra la enseñanza del Evangelio y de la Iglesia, por ejemplo el Papa Francisco, que nos llama a seguir profundizado esa esencial realidad femenina de la fe y de la iglesia. Tal como se manifiesta de forma paradigmática en María, la persona más importante para la fe después de Jesús en el Dios Trinitario. María es un ejemplo de mujer digna y testimonio de amor solidario, de persona comprometida y creyente, de ética y mística.
Que los Magos fueron hombres y que, como tales, se los represente en Belenes o Cabalgatas no es signo de machismo, desigualdad de la mujer ni nada por el estilo. Es simplemente tratar de ser fiel a la realidad y al acontecimiento tal como se desarrolló. Es como si, por ejemplo, por una supuesta igualdad de género cogiéramos al niño Jesús y lo transformáramos en niña, a San José en mujer o a cualquier otro personaje histórico; pongamos por caso, a Santa Teresa de Jesús o a Luther King y, en aras de una pretendida igualdad, los convertimos en lo que no son, en hombre o mujer respectivamente. No sería correcto ni coherente con la antropología ni con la realidad cultural, social e histórica.
Como apuntábamos, en esta línea, el acontecimiento de la Navidad y del Nacimiento del Niño Jesús con la adoración de los Reyes Magos, donde la fe cristiana cree que se ha revelado y encarnado Dios, tiene todo este sentido espiritual y religioso. En el Niño Jesús Dios se ha hecho humano y pobre en amor, fraternidad solidaria y justicia con la humanidad, con los pobres de tierra. Para salvarnos y liberarnos así de todo mal, pecado e injusticia, de los ídolos del poder y de la riqueza-ser rico. Es la salvación y liberación integral que nos trae el Dios Encarnado en Jesús que nos regala su amor y vida plena, eterna... Es este acontecimiento salvador y liberador el que van a buscar, a encontrar y a adorar los Reyes Magos.
Por lo tanto, no es posible despojar a este acontecimiento de su trasfondo espiritual y religioso lo que, a su vez, hace posible el dialogo y encuentro con los otros, con las personas y pueblos. Ya que los sentimientos, valores y experiencias de la Navidad como la paz, la fraternidad solidaria y la justicia con los pobres son universales, éticas y espirituales que podemos compartir personas de cualquier creencia, condición e ideología. Este es el significado profundo de la adoración de los Magos y de la Navidad, que son representantes y símbolo real de todas aquellas personas que buscan la verdad, la belleza y el bien, la trascendencia y a Dios mismo.
Tal como aparece en el Evangelio de Mateo, que es junto al de Lucas el que nos narra el nacimiento e infancia de Jesús, los Magos que en el Evangelio no son reyes- esto forma parte de una tradición posterior-, son personas con sabiduría y ciencia, que vienen de pueblos y culturas lejanas en búsqueda. Los Magos guiados por la estrella, por la luz de Dios como Rey verdadero, han venido buscando el acontecimiento mesiánico real. La redención y salvación liberadora, la trascendencia y vida plena, eterna que Dios nos revela en el Niño Jesús.
Los magos no buscan a Herodes, al rey judío ni a la autoridad romana, no quieren al poder y la riqueza. Sino la Sabiduría del Niño Dios, el Mesías Pobre y Liberador con los pobres de la tierra, la Ciencia de Jesús, Rey-Dios Crucificado por el amor fraterno y justicia con las víctimas de la historia. Los magos representan, pues, a ese amor universal y justicia global que trae Dios en Cristo: para todos los pueblos de la tierra desde los excluidos del planeta; en contra de toda marginación y dominación.
Todo esto es el sentido profundo del acontecimiento de los Magos y de la Navidad que hace posible el dialogo y encuentro de la fe con la cultura, de la experiencia religiosa e inter-religiosa y creyente con los no creyentes, con cualquier persona y pueblo. En el respeto mutuo a ese derecho fundamental que es la libertad religiosa y de creencias. En la acogida y valoración de lo bueno, verdadero y bello del otro, de cualquier creencia y religión o de la persona no religiosa. Para la búsqueda del bien común, de la civilización del amor y de la justicia liberadora con los pobres; frente a todo sectarismo e integrismo, sea religioso o ateo, contra cualquier ataque a la libertad real, ética y espiritual, contra toda agresión y violencia.
RD
No comments:
Post a Comment