Se llama Joaquín Rodrigo. Es ciego y conocido en todo el mundo. Es catedrático, miembro de la Real Academia de San Fernando y doctor “honoris causa” por la Universidad de Salamanca. Entre sus innumerables obras musicales, tal vez la más conocida sea el “Concierto de Aranjuez”. A este hombre de fe Católica se le ha preguntado: “Cuando ha tenido éxito, ¿le ha dado gracias a Dios?” “Sí. Y no solo eso. Todos los días doy gracias a Dios por ayudarnos a vivir optimistas , confiados, en este mundo tan difícil.”
-Saber vivir con optimismo y alegría aquello que a cada uno nos ha tocado vivír no es nada fácil. Requiere saber aceptar la voluntad de Dios y supone una espiritualidad acendrada.
-Saber vivir con optimismo y alegría es no aceptar derrota o fracaso alguno “a priori”, de antemano.
-Saber vivir con optimismo y alegría es transpirar paz, serenidad, confianza.
-Saber vivir con optimismo y alegría es no dejarse vencer, arrinconar, ni aprisionar por las circunstancias, el infortunio, el sufrimiento.
-Saber vivir con optimismo y alegría requiere saber darle sentido a la vida, el dolor, la muerte; buscar la transcendencia en todo y tener presente que al final está siempre Dios. Un apóstol sin alegría es como una lámpara sin llama, como una llama sin calor.
José Mª Alimbau Argila
Fuente Camineo.info
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