Wednesday, August 20, 2008

La pobreza, la inflación y la inseguridad a debate en Argentina

El objetivo es la búsqueda de consensos con sindicalistas, empresarios, organizaciones no gubernamentales y referentes de creencias religiosas.
La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina tratará en los próximos días estos temas de la realidad social

Durante los próximos días, la inseguridad, la inflación, la pobreza y la precariedad laboral serán los grandes temas irresueltos que tratará la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), conformada por veinte obispos y arzobispos.

El cónclave inició esta mañana su 150º reunión en la que tratarán de diversos temas de la realidad social del país que pone la lupa sobre los temas pendientes que el Gobierno de los Kirchner aún no ha podido resolver.En el encuentro, que se realizará del 19 al 21 de agosto y que estará dirigido por el Arzobispo de Buenos Aires y Presidente de la CEA, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, los prelados escucharán un nuevo informe del Barómetro de la Deuda Social que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA), cuyos resultados sobre el aumento de la pobreza generaron en mayo pasado una fuerte controversia entre el Gobierno y la Iglesia.

Vale recordar que en un acto encabezado a mediados de mayo de este año en la Casa Rosada, la Presidente Cristina de Kirchner indicó que en el segundo semestre de 2007 la pobreza había descendido al 20,7 por ciento, respecto de la medición anterior que la ubicaba en el 23,4 por ciento.


Al respecto, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, en contradicción con el informe difundido por el gobierno salió al cruce al decir que "la percepción nuestra es que en estos momentos está aumentando la pobreza", y sacó a relucir las conclusiones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, el mismo que analizarán esta semana.


En medio de lo que se podría llamar un verdadero bochorno, la semana pasada, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, debió reconocer que la mortalidad infantil creció durante 2007, según los resultados preliminares de las estadísticas oficiales basados en datos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Al respecto, su excusa ante la falta de hospitales fue el voto “no positivo” de las retenciones móviles, puesto que implicaban la creación de un fondo de 3 mil millones de pesos destinados a salud y caminos.


"Todo hace prever que 2007 ha tenido un incremento entonces de la mortalidad infantil", declaró la ministra durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros. Las tres provincias citadas integran el grupo de distritos más ricos del país, donde está localizado el centro industrial y agrícola-ganadero argentino.


La funcionaria señaló que las causas serían el invierno duro que se sufrió en 2007 y la falta de infraestructura hospitalaria suficiente para afrontar la epidemia de enfermedades respiratorias, entre ellas la bronquiolitis.


La ministra de Salud debió salir a ponerle la cara además a la proliferación de enfermadades propias de la pobreza, como el mal de Chagas y el aumento de la tuberculosis, en especial casos resistentes, la rabia y el dengue.


El crimen de los tres hombres vinculados a la mafia de medicamentos sucedido la semana pasada le permitió rápidamente a Ocaña salirse del embrollo de los números de la pobreza, sin embargo esta semana no podrá distraerse.


Obligada por la Iglesia, Ocaña deberá retomar el tema, luego de haber salido echar por tierra los números de la pobreza brindados por la Presidente hace sólo unos pocos meses atrás.


Este informe privado que revela además una caída del empleo genuino y una baja en las expectativas económicas generales del país, y compara variables económicas con las proporcionadas con el Indec, organismo bajo fuerte cuestionamiento.


Según publica el diario La Nación, la evaluación de la UCA refleja, además, "cierto desmanejo" de la Casa Rosada en el conflicto por las retenciones agropecuarias, que determinó que 9 de cada 10 de los encuestados consideraran que provocó consecuencias "muy graves" o "bastantes graves" a la economía del país.


Los obispos también prevén avanzar con el proyecto eclesiástico de "inclusión social" elaborado por la Comisión Nacional de Justicia y Paz que, con miras a la celebración del bicentenario de la Revolución de Mayo, apunta a que los argentinos pasen "de habitantes a ciudadanos en una sociedad que la Iglesia evalúa fragmentada y con inequidad social escandalosa".


La idea tiene como objetivo la búsqueda de consensos con sindicalistas, empresarios, organizaciones no gubernamentales y referentes de creencias religiosas, para convertirlos en proyectos de ley o proponerlos como políticas de Estado.


Nada se ha adelantado respecto de la posibilidad de un pronunciamiento eclesiástico, pero, como es sabido, la decisión de hacer pública la posición del Episcopado se adopta generalmente el día anterior a la finalización de la reunión. Es decir, el jueves.


Además se preparará la 96º Asamblea Plenaria del Episcopado argentino en la que se elegirán las nuevas autoridades de las diversas comisiones episcopales.


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