Carta de un seminarista salesiano angoleño a sus compañeros tras la visita del Papa.

Saludos queridos amigos, después de mucho silencio, producto de mis estudios en Italia vuelvo a contaros algo.

En primer lugar querría agradecer a todos los amigos que he encontrado por el maravilloso cariño que me han dado y disculparme ante todos los que desafortunadamente no he podido ver. Infelizmente mi "período de descanso" ha estado muy agitado y de veras no he logrado veros a todos, justifícome.

Mi vuelta a Luanda ha resultado del mismo modo "agitada", más allá del hecho de que mi equipaje “sólo” ha llegado con tres días de retraso, producto del gran dinamismo ha producido la visita del Papa a nuestro país.Me ha sido indicado el ponerme al servicio del MJS, Movimiento Juvenil Salesiano, apoyando de manera particular las actividades de los chicos procedentes de toda Angola Salesiana. Nuestros chicos fueron más de 1000 y han sido atendidos a lo largo de las diversas actividades programadas, 1° día reflexión y oración, 2° día acogida del Papa, meditación y confesión, procesión por parte de la ciudad; 3° día situado en nuestra Parroquia de San Paolo, tarde de fiesta cultural en el estadio Dos Coqueiros; 4° día colocado en el llano del Cimangola, más de 1000.000 personas, cerca de nuestra casa del Lixeira y de la parroquia de São Paulo.
Nuestros jóvenes estuvieron cargados de alegría y expectativas por este encuentro. Difícilmente podréis comprender a cuánto llega la profundidad de la frase que más a menudo ellos y el pueblo han pronunciado: "nuestro papá ha venido a visitarnos."

"Visitar" es algo muy importante en Angola. Se visita al que se quiere encontrar y ése visita a los que desean acogerlo y encontrarlo. La visita es un momento de intimidad familiar. No a todos se les acoge en casa, y algunos son un honor para la misma casa, por ello muchos se sienten honrados por una invitación a visitar una casa.

Los chicos estaban esperando al papá que volvía, y Benedicto XVI ha sido de veras papá si tenemos en cuenta tantísimos pequeños gestos de profunda amistad. Contestaba con una sonrisa, con gestos a los gritos. Un chico ha quedado realmente asombrado al verle bajar los cristales del Papamóvil para saludar: ningún ministro, presidente en visita al país lo ha hecho nunca. Mucho blancos tienen miedo de bajar las ventanillas en la ciudad. Este chico ha comentado mucho este gesto. Fuera de la nunciatura se ha detenido para hablar con el pueblo, ha hablado en portugués. A su llegada una scout ha perdido el sombrero, el Papa lo ha recogido y lo ha puesto sobre su cabeza. Quizás sean cosas estúpidas, pero son las cosas que el pueblo ha visto y comentado: su gran sencillez y su profundo deseo de "encontrar a la gente."

Después de la misa en São Paulo ha entrado en nuestro patio (éramos 2000 personas los que participamos en la santa Eucaristía con la ayuda de una pantalla gigante, había fuera de allí otros tantos que han seguido la celebración con otra pantalla) ha bendecido a la muchedumbre y saludado y bendecido a todos los niños que las mamás presentaban a su paso.

Me han conmocionado los contenidos de sus homilías, sus mensajes: solidaridad para construir una sociedad después de las ruinas de la guerra; reconstrucción de África con los africanos; peligrosidad social del medio, fundamental la presencia de la mujer en la sociedad, los jóvenes tienen que ser capaces de criticar y ellos son el futuro.

Me tiene intensamente impresionado su deseo de encontrase con las mujeres: ellas aquí en Angola tienen un papel importante en la Iglesia y les ha sido reconocido. Tenemos un grupo llamado PROMAICA que se ocupan en la iglesia del desarrollo de la mujer; el Papa ha querido encontrarse con ellas y ha dedicado una tarde solo por y para ellas.

El pueblo en todo momento le pidió que bendijera a Angola, todos le gritaron "eres nuestro amigo y nosotros estamos contigo". Creo que la acogida que ha recibido, el cariño que le ha sido entregado no será olvidado fácilmente.

Me ha llamado la atención la toma de posición neta y clara ante los problemas organizativos que han causado los muertos y los muchos heridos, la visita del Cardenal Bertone al hospital, cosa que ha obligado a los medios de comunicación a hablar de lo que ocurrido.

Querría deciros otras cosas pero el tiempo corre y los tengo que terminar.

Esperaba mucho de la visita del Papa, estoy satisfecho de lo que ha dicho y hecho y se lo agradezco.

Un saludo a todos y
Mama Muxima os bendiga.