Admite que cometió errores en su pontificado
"Es una gran crisis" la oleada de escándalos pederastas en la Iglesia
Benedicto XVI afirma que si un sacerdote vive con una mujer, sería mejor que los dos contrajeran matrimonio, en su libro 'Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y el signo de los tiempos' presentado en el Vaticano.
Sin embargo, el Papa aclara que primero se debe examinar si existe "una verdadera voluntad matrimonial y pueden contraer un buen matrimonio". Por el contrario, ha afirmado que si se trata "de una caída de la voluntad moral, sin una auténtica unión interior", es necesario buscar formas de "rehabilitación para él y para ella".
Benedicto XVI sostiene que, en cualquier caso, es necesario tener en cuenta que los niños "que son el bien más preciado" estén tutelados y puedan vivir en un contexto educativo vivo que necesitan.
Por otra parte, el Pontífice ha afirmado, con respecto al divorcio y a la comunión de los divorciados que, según el Evangelio, "el matrimonio es indisoluble" pero que se puede analizar "más a fondo la cuestión de la validez de los matrimonios".
Además, el Papa ha sostenido que la Iglesia debe reflexionar acerca de cómo acercarse a las personas divorciadas y animarlas a "permanecer en la Iglesia". Según ha manifestado Benedicto XVI, es necesario que los divorciados sepan que "no dejan de ser cristianos, de ser amados por Cristo" aunque no puedan recibir la comunión.
El libro 'Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y el signo de los tiempos' es el resultado de 20 horas de entrevista de Benedicto XVI con el periodista alemán Peter Seewald en la residencia de verano del Pontífice de Castelgandolfo.
En él, el Papa reconoce varios errores serios de su pontificado de cinco años, justifica en modo restringido el uso del preservativo y evoca la perspectiva de su renuncia si no está en condiciones "físicas, psíquicas y mentales" de seguir en el cargo. También afirma que "es una gran crisis" la oleada de escándalos en la Iglesia por los casos de abusos sexuales a menores por parte de curas pedófilos. Lo hace en el libro-entrevista "Luz del mundo", que contiene en 225 páginas seis horas de diálogos con el periodista alemán Peter Seewald, presentado hoy en la sala de prensa vaticana.
Benedicto XVI se muestra arrepentido por haber levantado la excomunión al obispo inglés Richard Williamson, que fue perdonado con otros tres obispos ultraderechistas de la comunidad Pío X, que protagonizaron con su jefe, el obispo Marcel Lefebvre, ya fallecido, un cisma importante que negaba las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
Joseph Ratzinger explica que no sabía que Williamson negaba la existencia de las cámaras de gas y el exterminio de millones de judíos por los nazis.
"Con Williamson se agregó el peor incidente que pudiera pensarse", reflexiona el Papa, consciente de cuánto el escándalo, que estalló a fines de enero del año pasado, desprestigió a su pontificado.
Otro error mayúsculo que con sinceridad Benedicto XVI reconoce haber cometido fue su declaración sobre Mahoma y la violencia en la Universidad de Ratisbona, en una lección magistral que pronunció en setiembre de 2006. "La concebí sin darme cuenta que el discurso de un Papa no es considerado desde un punto de vista académico sino político".
La reacción del mundo musulmán fue rencorosa y hasta violenta. Un oportuno viaje del pontífice a Turquía y un rezo en una mezquita mejoraron mucho el clima con el islam, pero todavía hay protestas.
El Papa también lamentó "los atrasos" en la investigación del padre Marcial Maciel, el más explosivo de los casos de pedofilia en la Iglesia. El sacerdote mexicano, fundador de la orden de los Legionarios de Cristo, fue " un falso profeta que llevó una vida inmoral ", dijo Benedicto XVI. Pero durante décadas Maciel, que además de pederasta tuvo varios hijos con al menos dos mujeres y estuvo mezclado en manejos fraudulentos de fondos, gozó de la protección de las altas esferas.
Sin embargo, el Papa aclara que primero se debe examinar si existe "una verdadera voluntad matrimonial y pueden contraer un buen matrimonio". Por el contrario, ha afirmado que si se trata "de una caída de la voluntad moral, sin una auténtica unión interior", es necesario buscar formas de "rehabilitación para él y para ella".
Benedicto XVI sostiene que, en cualquier caso, es necesario tener en cuenta que los niños "que son el bien más preciado" estén tutelados y puedan vivir en un contexto educativo vivo que necesitan.
Por otra parte, el Pontífice ha afirmado, con respecto al divorcio y a la comunión de los divorciados que, según el Evangelio, "el matrimonio es indisoluble" pero que se puede analizar "más a fondo la cuestión de la validez de los matrimonios".
Además, el Papa ha sostenido que la Iglesia debe reflexionar acerca de cómo acercarse a las personas divorciadas y animarlas a "permanecer en la Iglesia". Según ha manifestado Benedicto XVI, es necesario que los divorciados sepan que "no dejan de ser cristianos, de ser amados por Cristo" aunque no puedan recibir la comunión.
El libro 'Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y el signo de los tiempos' es el resultado de 20 horas de entrevista de Benedicto XVI con el periodista alemán Peter Seewald en la residencia de verano del Pontífice de Castelgandolfo.
En él, el Papa reconoce varios errores serios de su pontificado de cinco años, justifica en modo restringido el uso del preservativo y evoca la perspectiva de su renuncia si no está en condiciones "físicas, psíquicas y mentales" de seguir en el cargo. También afirma que "es una gran crisis" la oleada de escándalos en la Iglesia por los casos de abusos sexuales a menores por parte de curas pedófilos. Lo hace en el libro-entrevista "Luz del mundo", que contiene en 225 páginas seis horas de diálogos con el periodista alemán Peter Seewald, presentado hoy en la sala de prensa vaticana.
Benedicto XVI se muestra arrepentido por haber levantado la excomunión al obispo inglés Richard Williamson, que fue perdonado con otros tres obispos ultraderechistas de la comunidad Pío X, que protagonizaron con su jefe, el obispo Marcel Lefebvre, ya fallecido, un cisma importante que negaba las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
Joseph Ratzinger explica que no sabía que Williamson negaba la existencia de las cámaras de gas y el exterminio de millones de judíos por los nazis.
"Con Williamson se agregó el peor incidente que pudiera pensarse", reflexiona el Papa, consciente de cuánto el escándalo, que estalló a fines de enero del año pasado, desprestigió a su pontificado.
Otro error mayúsculo que con sinceridad Benedicto XVI reconoce haber cometido fue su declaración sobre Mahoma y la violencia en la Universidad de Ratisbona, en una lección magistral que pronunció en setiembre de 2006. "La concebí sin darme cuenta que el discurso de un Papa no es considerado desde un punto de vista académico sino político".
La reacción del mundo musulmán fue rencorosa y hasta violenta. Un oportuno viaje del pontífice a Turquía y un rezo en una mezquita mejoraron mucho el clima con el islam, pero todavía hay protestas.
El Papa también lamentó "los atrasos" en la investigación del padre Marcial Maciel, el más explosivo de los casos de pedofilia en la Iglesia. El sacerdote mexicano, fundador de la orden de los Legionarios de Cristo, fue " un falso profeta que llevó una vida inmoral ", dijo Benedicto XVI. Pero durante décadas Maciel, que además de pederasta tuvo varios hijos con al menos dos mujeres y estuvo mezclado en manejos fraudulentos de fondos, gozó de la protección de las altas esferas.
RD