Con una renovada invitación a ser Iglesia misionera se inició este lunes en Punta de Tralca la 100ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile.
En esta ocasión, por tratarse de la centésima reunión de los pastores, se ha invitado a 52 personas, entre obispos eméritos, sacerdotes, diáconos, religiosas/os y laicas/os, con la finalidad de reflexionar sobre el caminar de la Iglesia durante estos años y sobre las proyecciones para el porvenir.
La misa inaugural, celebrada en el templo de la casa de retiros de Punta de Tralca, en el litoral central, fue presidida por Mons. Gonzalo Duarte, obispo de Valparaíso y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal. Se encontraban presentes el Nuncio Apostólico de Su Santidad, Mons. Giuseppe Pinto; el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago, el Cardenal Jorge Medina, arzobispo obispo emérito de Valparaíso, Mons. Alejandro Goic, obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, junto a los demás obispos en ejercicio, y los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos invitados a esta reunión.
En su homilía, Mons. Gonzalo Duarte, nos recordó que Jesús camina entre nosotros, que podemos reconocerlo como el Salvador, y que nos invita a ir a la ciudad santa, a Jerusalén, con el gozo y la alegría de sabernos hijos de Dios Padre y hermanos de Cristo.
Una asamblea inédita
Luego de la eucaristía de inicio, el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Alejandro Goic, se reunió con los medios de comunicación para conversar sobre el desarrollo de esta reunión. Esta asamblea, la centésima, explicó el pastor, marca un hito en la historia de la Conferencia Episcopal, y se ha invitado de manera inédita, a más de 50 personas, muchos de ellos laicos, ya que se ha querido escuchar a personas que están comprometidas con su iglesia, que vienen de distintos sectores de la vida nacional.
“Como siempre veremos también los diversos aspectos pastor
ales, y vamos a mirar nuestra aplicación del documento de Aparecida. Es un momento de profunda gratitud a Dios”, agregó Mons. Goic.
ales, y vamos a mirar nuestra aplicación del documento de Aparecida. Es un momento de profunda gratitud a Dios”, agregó Mons. Goic. Los dolores de la Iglesia
Consultado sobre denuncias contra sacerdotes por abusos a menores, Mons. Goic reiteró con firmeza que no hay lugar en el sacerdocio para quienes cometen estas faltas:
“Siempre que alguien haga daño a otro, sea sacerdote o laico, será condenable. Aunque tenemos que tener misericordia, porque finalmente el pecado está en el corazón de todo ser humano. No podemos dejar de mirar algunos dolorosos episodios en la vida de nuestra Iglesia, pero también miraremos con gozo, todas las cosas hermosas que están aconteciendo cada día, y que lamentablemente no son noticia”, subrayó.
Fuente: Prensa CECh
Punta de Tralca, 15/11/2010
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