Thursday, October 04, 2012

Marcelo Rossi: "Los jóvenes están alejados de la Iglesia"



El sacerdote brasileño ha vendido más de 8 millones de ejemplares de "Ágape", que ahora publica en español


"La JMJ de Río es una oportunidad de 

demostrar que las palabras muerden, 

pero los ejemplos arrastran"


(Jesús Bastante).- El Padre Marcelo Rossi es un conocido sacerdote brasileño, cantante, predicador... un "profeta" en su país, que viene a presentarnos Ágape, de la editorial Aguilar, la traducción al castellano de un libro que lleva más de ocho millones de copias vendidas en Brasil.
¿A qué se debe el éxito de ventas?
Yo no soy escritor, soy cantante. He vendido millones de CDs, desde el 98. A eso dediqué mi vida hasta que un día, corriendo, me rompí la pierna y quedé tres meses en silla de ruedas, más otros 6 de recuperación. De ahí surgió Ágape.
¿Ágape es una invitación al banquete del Evangelio?
El título procede de los primeros cristianos. Le he puesto Ágape en su sentido original: amor.Ágape es amor, Eros es deseo. Nosotros sólo tenemos una palabra para el amor, peroÁgape es un amor generoso, sin límites, sin celos ni envidias. El mundo de hoy vive infelizmente por la irritación de Eros, el amor que mata. La sociedad está viviendo Eros en vez de Ágape.
He hecho el libro sencillamente, porque las personas en Brasil no tienen la costumbre de leer. En Brasil gusta mucho la música, pero leer no. Por eso he escrito sólo 12 capítulos, que compagino con oraciones. El gran secreto del libro son las oraciones.
Además del libro, hice un disco en portugués, y planeo pasar las canciones a español también. Es el disco más vendido, a pesar de la piratería. Ése es el Ágape musical.
Por último, ahora viene el "Agapito", que se me ocurrió estando de vacaciones con mis sobrinos de ocho y cinco años. A ellos les gustan los videojuegos, y yo me di cuenta de que en todos esos juegos para obtener puntuación hay que matar. Cuanto más matas, más puntos tienes. Yo me dije: ¿Cómo estamos formando a los jóvenes? Y por eso hice Agapito.
A juzgar por las ventas de las diferentes versiones de Ágape, y a pesar de que en mundo, como usted dice, domina más el Eros que el Ágape, parecería que hay bastante gente en búsqueda de amor incondicional.
Con seguridad. Por eso estoy aquí. Las personas están adquiriendo el sentido de ese amor al leer las oraciones. Jesús resumió los mandamientos en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Nosotros, hoy, no sabemos amar a Dios, ni al prójimo, ni mucho menos a nosotros mismos. El libro enseña esto.
¿Qué diferencias has encontrado entre la Iglesia brasileña, o la sudamericana (que, al menos desde fuera, parece más viva, más musical, más alegre e involucrada); y la Iglesia de la vieja Europa, que parece que está más asustada y amargada?
He estado en una parroquia de Pozuelo de Alarcón, predicando y cantando, en la misa del domingo, que es la principal. Había sólo personas mayores. Los jóvenes están alejados de la Iglesia. Hubo una ayuda con la Jornada Mundial de la Juventud, que ahora será en Brasil y en la que yo estaré participando.
¿Cómo se está preparando la JMJ de Río?
Ya hemos preparado un CD entre todos los padres cantantes, y se lo presentaremos al Papa. Cuando él formaba parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe yo hice una película, que se llama "María Madre de Dios", y que fue un éxito en los cines de Brasil. Después saqué el DVD, y se lo regalé al Papa Juan Pablo II. Estuve hablando con él y con el cardenal Ratzinger, y luego Roma me premió como evangelizador moderno, porque yo tengo un red social en Brasil que es seguida por 9 millones de personas: padremarcelorossi.com.br
¿Piensa usted, como Juan Pablo II, que para la evangelización hay que salir y utilizar los nuevos areópagos?
Sí, los padres tenemos que salir y llegar a todas las personas.
¿Quién es el Jesús en el que cree el padre Marcelo Rossi?
Ágape (y no es por hacer publicidad). Me refiero a que es una persona que me ha conquistado con su amor generoso y no pretencioso. Es una persona que me empuja a actuar correcto y a evangelizar. En el Agapito, el Ágape para niños, hablo de la matemática divina, que consiste en que cuando divides, multiplicas.
¿La fracción del pan es un buen ejemplo de esto?
Exactamente. Eso trato de explicarles a los niños para que no digan siempre "mío, mío, mío".
¿Cómo entienden los niños que el Hijo de Dios tuviera que morir por los demás?
Eso era una locura para los griegos, un escándalo para los judíos: un Dios que muere en la cruz. Pero para nosotros, como dice San Pablo, es nuestra Salvación.
¿Piensa que la estructura eclesiástica de hoy casa con el mensaje y con la figura de Jesús? ¿Podría pasar algo similar a Jesús en la Iglesia de hoy?
Brasil todavía tiene mayoría católica. Hay mucha fe, a pesar de que las sectas se están extendiendo. En las grandes ciudades estamos descendiendo. Hemos pasado de un 83% de católicos a un 67%, y entre la juventud estamos ya en un 49%. Entonces, realmente debemos esforzarnos. Tenemos que utilizar la televisión, la radio, la música...
El año que viene Brasil se va a convertir en el centro del mundo, con la JMJ, las Olimpíadas… ¿Qué oportunidades ofrece esto a la Iglesia para transmitir su mensaje de amor incondicional?
Muchos países latinoamericanos están creciendo, pero es cierto que para Brasil éste es un momento único, especial. Nosotros necesitamos ejemplos, porque las palabras muerden, pero los ejemplos arrastran.
¿Se tiene miedo de que la JMJ se quede sólo en una fiesta?
Ésa es la lucha que tengo con los padres en la Iglesia, para que se levanten de sus sillas y vayan a los medios de comunicación, a visitar a las personas a sus casas, a los hospitales... Somos pocos sacerdotes católicos, a diferencia de los evangélicos.Por eso debemos entender la importancia de acoger a los fieles con alegría. Debemos hacer celebraciones, como indica la palabra. Respetando la liturgia pero ante todo celebrando.
Yo de pequeño iba a la misa que daba el sacerdote donde mis padres vivían. Duraba sólo 15 minutos, los domingos 30. No había música, no me gustaba. Otros, en cambio, hablaban demasiado y se alargaban. Eso no anima a las personas a ir a misa. Hace falta calor.
RD

Sonda - me Padre Marcelo Rossi



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