Emotivo inicio del CG26 en la Iglesia de San Francisco de Asís
Los salesianos que participan en el Capítulo General 26 (CG26) por parte española, fueron llegando los días previos al 23 a Turín, lugar donde arrancará el CG26. Los 4 de Madrid se reunieron con los representantes de Barcelona y continuaron el viaje juntos, haciendo escala en Niza, hasta llegar a Turín.Precisamente en el momento en que ellos llegaban a Valdocco, lo hacía el Rector Mayor, quien los saludó afectuosamente.
El primer acto fue la celebración de la Eucaristía en la Iglesia de San Francisco de Asís, donde Don Bosco celebró su primera misa, donde comenzó su actividad de catequesis y donde la tradición salesiana sitúa el encuentro programático con el joven Bartolomé Garelli.
Uno de los capitulares españoles, Miguel Ángel García, Delegado de Pastoral de la Inspectoría de Madrid, cuenta cómo han sido los primeros momentos del CG26:
Primer acto del Capítulo, en la Iglesia de San Francisco de Asís. Don Aldo Giraudo nos hace una esmerada introducción -de media hora- explicando la significado de la Iglesia (la primera misa de Don Bosco), la importancia de Don Cafasso en la vida del joven sacerdote Don Bosco, y el episodio de Bartolomé Garelli en la sacristía. Nos señala dos elementos en la formación recibida de Don Cafasso a Don Bosco: la primacía de Dios y la centralidad de la salvación de las personas (-da mihi animas-) y el horror del pecado. También nos recuerda la relación educativa afectuosa que se desprende de ese primer catecismo en la sacristía de la iglesia.
A continuación, la Eucaristía presidida por el Rector Mayor. Nos alienta a recordar el núcleo de este -Belén salesiano-, que ilumina el sentido del CG26: reavivar en cada salesiano el “da mihi animas”; atención a la formación para la misión, la -formación apostólica- que recibe Don Bosco en este Convicto; la caridad del salesiano en forma educativo-pastoral. Momento emotivo, cuando al inicio, el Rector Mayor deja un ramo de flores y una vela en el altar donde celebró Don Bosco su primera misa.
El momento más emocionante, al final de la Eucaristía, se nos invita a rezar el Ave María, teniendo en mente a todos nuestros jóvenes, todos los del mundo, allí representados en tantos capitulares. Con profundo silencio se escucha en las palabras de la homilía esta idea del Rector Mayor: -Si Don Bosco estuviera aquí, hoy, seguramente lloraría, como cuando celebra en esta iglesia, al ver cómo su sueño se cumplió-.
Nos trasladamos a la Basílica para el rezo de las vísperas solemnes. Bien acompañada la liturgia por un coro de voces muy armonizadas y el órgano de la Basílica. Al final de las mismas, se apagan las luces de la Basílica, se ilumina sólo el cuadro de María Auxiliadora y se nos invita a rezar en silencio mirando fijamente el cuadro, pidiendo a la Virgen que ilumine y auxilie el trabajo del CG26, como siempre hacía Don Bosco cada vez que empezaba una gran obra. Para finalizar cantamos la oración a María que Don Bosco mismo había escrito.
Fuente: dombosco.es
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