La homilía de Bergoglio en la misa de esta mañana en Santa Marta, en contra de lo «políticamente correcto». Y escribió también un nuevo tuit: «Cristo nos guía a salir cada vez más de nosotros mismos, para entregarnos y servir a los demás»
RedacciónRoma«La hipocresía es el lenguaje proprio de la corrupción». Los cristianos no deben usar un lenguaje «socialmente educado», proclive a la «hipocresía», sino debe hacerse portador de la «verdad del Evangelio con la misma transparencia de los niños».
Lo pidió el Papa Bergoglio en la misa que celebró esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta. Una celebración en la que participaron algunos directivos de la televisión italiana Rai, la presidenta Tarantola y el director general Gubitosi.
La homilía de hoy siguió las ideas de la de ayer, en la que el Papa Bergoglio reflexionó sobre la corrupción, pero partiendo del pasaje evangélico que narra la respuesta de Jesús sobre el tributo para el César.
«Pensémoslo bien: ¿cuál es nuestra lengua? –se preguntó el Pontífice. ¿Hablamos de verdad con amor o hablamos un poco con ese lenguaje social para ser educados, para decir incluso cosas bonitas, pero que no sentimos? ¡Que nuestra forma de hablar sea evangélica, hermanos! Luego, estos hipócritas que comienzan con la adulación, la adulación y todo esto, terminan buscando falsos testigos para acusar a los que habían adulado». Los que se acercan a Jesús con tanta amabilidad son los mismos que el jueves por la tarde irán a apresarlo en el Huerto de los Olivos, y el viernes lo arrastrarán ante Pilato.
La refelxión del Papa partió de las estrategias de la hipocresía, que es el lenguaje de los corruptos. Los fariseos se dirigen a Jesús «con palabras suaves, con palabras hermosas, con palabras demasiado dulces», «tratando de demostrarse amigables». Pero todo es falso, porque, explicó el Papa Francisco, «estos no aman la verdad» sino solo a sí mismos, por lo que «tratan de engañar, de involucrar al otro en su falsedad, en su mentira. Ellos tienen el corazón mentiroso, no pueden decir la verdad».
«Es justamente el lenguaje de la corrupción: la hipocresía. Y cuando Jesús habla a sus discípulos», recordó Francisco, les dice que digan, un gran sí para el sí y un gran no para el no. «La hipocresía no es un lenguaje de verdad, proque la verdad nunca va sola. ¡Nunca! ¡Va siempre con el amor! No hay verdad sin amor. El amor es la verdad primera. Si no hay amor, no hay verdades. Estos –continuó el Papa refiriéndose a los fariseos– quieren una verdad esclava de los propios intereses. Hay un amor, podemos decir: pero es el amor de sí mismos, el amor hacia sí mismos. Esa idolatría narcisista que los lleva a traicionar a los demás, que los lleva a los abusos de confianza».
«La templanza que Jesús pretende de nosotros –dijo el Papa Francisco– no tiene nada, nada que ver con esta adulación, con esta forma azucarada de seguir adelante. ¡Nada! La templanza es simple, es como la de un niño; y un niño no es hipócrita, porque no es corrupto».
La última consideración de la homilía se centró en esa «debilidad interior», estimulada por la «vanidad», y que nos lleva a sentirnos bien cuando dicen cosas buenas sobre nosotros. Los corruptos saben muy bien esto y con este lenguaje tratan de debilitarnos.
El Papa Francisco también tuiteó hoy un nuevo mensaje en su cuenta @Pontifex: « Cristo nos guía a salir cada vez más de nosotros mismos, para entregarnos y servir a los demás»
Vatican Insider
El Papa Francisco critica la hipocresía que es "la lengua de los corruptos"
04 de junio, 2013. (Romereports.com) El Papa Francisco durante la Misa en Casa Santa Marta comentó el pasaje del Evangelio en el que algunos judíos, con buenas palabras, intentan tender una trampa a Jesús. El Papa dijo que ese lenguaje hipócrita, que prescinde del amor, es el que emplean los corruptos.
PAPA FRANCISCO“Este es precisamente el lenguaje de la corrupción: la hipocresía. Y cuando Jesús habla a sus discípulos, dice: ¡Que vuestro hablar sea 'Sí, sí. No, no!. La hipocresía no es el lenguaje de la verdad, porque la verdad nunca va sola, ¡nunca! ¡Va siempre con el amor! No existe la verdad sin el amor. El amor es la primera verdad. Si no hay amor, no hay verdad. Estos quieren una verdad esclava de sus propios intereses. Podemos decir que hay un amor, pero es un amor hacia sí mismos, el amor a ellos mismos. Esa idolatría narcisista que los lleva a traicionar a los otros, los conduce a abusar de la confianza”.
El Papa explicó la importancia de ser claros al hablar, diciendo la verdad pero sin faltar a la caridad con los demás, sin intentar manipular a los otros.
PAPA FRANCISCO“Todos tenemos cierta debilidad interior y nos gusta que nos digan cosas buenas. Nos gusta, a todos, algo de vanidad tenemos y estos corruptos lo saben y con este lenguaje tratan de debilitarnos. Pensemos bien hoy: ¿Cuál es nuestra lengua? ¿Hablamos con la verdad, con el amor, o hablamos un poco con ese lenguaje social, educado, también diciendo cosas bellas, pero que no sentimos? Que nuestra forma de hablar sea evangélica, hermanos. Después, estos hipócritas que comienzan con las alabanzas, la adulación y todo esto, terminan buscando testigos para acusar a quien habían alabado. Pidamos hoy al Señor que nuestra forma de hablar sea el modo de hablar de los sencillos, el hablar del niño, el hablar de los hijos de Dios, hablar de la verdad y desde el amor”.
Concelebró junto al Papa el Patriarca de Cilicia de los Armenos y participó un grupo de trabajadores de la Biblioteca Apostólica Vaticana.
EXTRACTO DE LA HOMILIA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana).
“Este es precisamente el lenguaje de la corrupción, la hipocresía. Y cuando Jesús habla a sus discípulos, dice: ¡Que vuestro hablar sea 'Sí, sí. No, no!. La hipocresía no es el lenguaje de la verdad, porque la verdad nunca va sola, ¡Nunca! ¡Va siempre con el amor! No existe la verdad sin el amor. El amor es la primera verdad. Si no hay amor, no hay verdad. Estos quieren una verdad esclava de sus propios intereses. Podemos decir que hay un amor, pero es un amor hacia sí mismos, el amor a ellos mismos. Esta idolatría narcisista que los lleva a traicionar a los otros, los conduce a abusar de la confianza”.
“La mansedumbre que Jesús quiere de nosotros no tiene nada que ver con esta adulación, con este modo endulzado de proceder. ¡Nada! La mansedumbre es sencilla; es como la de un niño. Y un niño no es hipócrita, porque no esta corrompido. Cuando Jesús nos dice: ' Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no, con el espíritu de los niños, se refiere a lo contrario de como hablan los estos”.
“Pero todos tenemos cierta debilidad interior y nos gusta que nos digan cosas buenas. Nos gusta, a todos, algo de vanidad tenemos y estos corruptos lo saben y con este lenguaje tratan de debilitarnos. Pensemos bien hoy: ¿Cuál es nuestra lengua? ¿Hablamos con la verdad, con el amor, o hablamos un poco con ese lenguaje social, educado, también diciendo cosas bellas, pero que no sentimos? Que nuestra forma de hablar sea evangélica, hermanos. Después, estos hipócritas que comienza con las alabanzas, la adulación y todo esto, terminan buscando testigos para acusar a quién habían alabado. Pidamos hoy al Señor que nuestra forma de hablar sea el modo de hablar de los sencillos, el hablar del niño, el hablar de los hijos de Dios, hablar de la verdad y desde el amor”.
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