Escuchando una avemaría Victor y Julia Salvi se dieron cuenta que en Cartagena, Colombia la gente tenía una necesidad.
"Lo que la gente necesitaba era tener acceso justamente a la música que tu escuchas a través de música de cámara".
Julia Salvi respira música. Desde su puesto como directora de la fundación Víctor Salvi es responsable por el museo del Arpa Víctor Salvi y por la fundación del mismo nombre. Pero su trabajo no se limita a Europa.
"En Suramérica la música forma una parte fundamental de la sociedad y de la vida cotidiana. Los niños bailan y se mueven antes de hablar. No fue difícil pensar que un programa cultural a través de la música clásica se pudiera desarrollar en una ciudad con tantos conflictos".
“El festival de música clásica de Cartagena“, encontró en la ciudad, a la orilla del Caribe, la sede para su proyecto, y en Colombia el lugar ideal para llevar la música clásica oídos que empiezan a despertar
"Hay más de 30.000 niños o jóvenes en Colombia que estudian música. El oído es una ventaja para ellos y aprenden a tocar muchos de ellos sin conocer las notas musicales".
La fundación Salvi apoya a mas de 50 organizaciones que favorecen la música a nivel mundial.
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