
Salud de calidad en Cerro Navia
Paula Beca además de pertenecer a la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón, es doctora. Comparte su día en torno a la vida comunitaria con sus hermanas, sus clases de teología y atendiendo a vecinos de la comuna de Cerro Navia, en un policlínico de Villa Mercedes. Su especialidad es medicina general, atiende a personas de toda edad aunque la población es inminentemente adulta mayor, muchos de los cuales viven en condiciones de pobreza o soledad y en esos casos la atención es a domicilio.”Enfermedades propias de cada época, además de la salud mental es muy fuerte. Hablamos no solo de depresión sino también mucha ansiedad, angustia, siento que es un sector de lata pobreza gente con pocas redes sociales, pobreza económica”
“En conversación con mi congregación propuse que sería bueno trabajar en salud entonces buscando trabajo encontré este lugar. Siento que este policlínico tiene que ver con nuestra opciones religiosas, una opción por los más pobres, ir donde hay más necesidad, donde tal vez otros no estén dispuestos a ir”.
¿Cómo te sientes realizando este servicio a la comunidad de Cerro Navia?
Es un regalo de Dios. Cuando estudiaba lo hacía por una tradición fuerte en la familia, muchas personas estaban ligadas a la medicina, cuando entré a la congregación tenía claro que mi profesión iba a estar a disposición de ella. Cuando me plantearon la posibilidad de ejercer estos tres años metida en el tema médico han sido de reconciliación con la carrera de volver a encantarme con la medicina, encontrarle un sentido pleno, una herramienta concreta para servir a las personas.
¿Cómo se complementa tu vida como consagrada y la medicina?
Hay un complemento súper fuerte de lo que mi profesión le entrega a mi vida consagrada y lo que mi fe le aporta a mi profesión. Mi formación religiosa me ha aportado en la forma de relacionarme con otros, a construir con otros, se encarna en la profesión, en el trato con los pacientes, en el equipo de trabajo. No se trata solo de dar un medicamento a una persona enferma sino también de acogerla, escucharla. Por otra parte siento que a través de mi profesión le pone rostros concretos en mi oración. Ahora Paula está estudiando teología. Quiere fortalecer su veta pastoral y tiene que ver con su formación como consagrada. “No es fácil estar en tantas partes pero siento que todo se junta en que Jesús es súper concreto en las personas a las que atiendo”.
Por Marcela Maldonado y Giselle Vargas
VPU
Paula Beca además de pertenecer a la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón, es doctora. Comparte su día en torno a la vida comunitaria con sus hermanas, sus clases de teología y atendiendo a vecinos de la comuna de Cerro Navia, en un policlínico de Villa Mercedes. Su especialidad es medicina general, atiende a personas de toda edad aunque la población es inminentemente adulta mayor, muchos de los cuales viven en condiciones de pobreza o soledad y en esos casos la atención es a domicilio.”Enfermedades propias de cada época, además de la salud mental es muy fuerte. Hablamos no solo de depresión sino también mucha ansiedad, angustia, siento que es un sector de lata pobreza gente con pocas redes sociales, pobreza económica”
“En conversación con mi congregación propuse que sería bueno trabajar en salud entonces buscando trabajo encontré este lugar. Siento que este policlínico tiene que ver con nuestra opciones religiosas, una opción por los más pobres, ir donde hay más necesidad, donde tal vez otros no estén dispuestos a ir”.
¿Cómo te sientes realizando este servicio a la comunidad de Cerro Navia?
Es un regalo de Dios. Cuando estudiaba lo hacía por una tradición fuerte en la familia, muchas personas estaban ligadas a la medicina, cuando entré a la congregación tenía claro que mi profesión iba a estar a disposición de ella. Cuando me plantearon la posibilidad de ejercer estos tres años metida en el tema médico han sido de reconciliación con la carrera de volver a encantarme con la medicina, encontrarle un sentido pleno, una herramienta concreta para servir a las personas.
¿Cómo se complementa tu vida como consagrada y la medicina?
Hay un complemento súper fuerte de lo que mi profesión le entrega a mi vida consagrada y lo que mi fe le aporta a mi profesión. Mi formación religiosa me ha aportado en la forma de relacionarme con otros, a construir con otros, se encarna en la profesión, en el trato con los pacientes, en el equipo de trabajo. No se trata solo de dar un medicamento a una persona enferma sino también de acogerla, escucharla. Por otra parte siento que a través de mi profesión le pone rostros concretos en mi oración. Ahora Paula está estudiando teología. Quiere fortalecer su veta pastoral y tiene que ver con su formación como consagrada. “No es fácil estar en tantas partes pero siento que todo se junta en que Jesús es súper concreto en las personas a las que atiendo”.
Por Marcela Maldonado y Giselle Vargas
VPU
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