12-Diciembre-2008 Antonio Duato
Hoy se celebra la fiesta de la Virgen de Guadalupe. La patrona oficial no sólo de México sino de toda América Latina. En mi años juveniles de Comillas -donde coincidieron, entre otros muchos, hombres tan distintos como Jerónimo Podestá y Marcial Maciel- se vivía con fervor de Hispanidad esta fiesta. Yo hacía hace 4 días una referencia a ella. Hoy invito a leer un artículo.
Era Julio de 2002. Se iba a canonizar al indio Juan Diego. Atrio tenía menos de un año de vida. Yo le dedicaba más tiempo a informar, documentar y escribir, satisfecho de que recibía ya unas 100 visitas al día. Ahora tengo menos tiempo para ello, desbordado por el mismo crecimiento de portal, unas 30 veces más visitas que en aquellos primeros tiempos.
Yo, tremendamente traumatizado por la hipocresía con se planteaba esa “nueva evangelización” de Juan Pablo II y con esperanza aún de frenarla, escribí el 19 de julio de 2002 un artículo:
LA CANONIZACIÓN DE UNA LEYENDA: JUAN DIEGO
Hoy, en esta fecha, invito a todos los muchos lectores de ATRIO a releerlo, siguiendo si quieren todos los interesantes enlaces documentales, porque tiene actualidad.
¿Se debe mantener la simbología de estas tradiciones populares devolviéndoles el valor de las culturas indígenas que vehiculaban a través de la apisonadora colonial?
¿Es necesario para ello mantener el engaño histórico?
¿O será mejor denunciar el engaño histórico para reinterpretar mejor el símbolo, como ha hecho recientemente Juan Masiá con la Inmaculada, reinterpretándola como “símbolo de humanidad” y no -como he hecho BXVI- como confirmación del hecho histórico del pecado original?
ATRIO
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