Con gran alegría y fe, numerosas comunidades cristianas celebraron en la Catedral Metropolitana la ordenación de tres nuevos diáconos en tránsito: Juan Manuel Sayago, Francisco Javier Romo y Cristián Rojas.
Con banderines, aplausos y hasta carteles, numerosas comunidades cristianas celebraron jubilosamente la ordenación de diáconos en tránsito al sacerdocio de Jua
n Manuel Sayago, Francisco Javier Romo y Cristián Rojas. El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, presidió el oficio que fue concelebrado por los tres Obispos Auxiliares de Santiago: Monseñor Andrés Arteaga, Monseñor Cristián Contreras Villarroel y Monseñor Fernando Chomali. Estuvieron presentes los Vicarios Episcopales, gran cantidad de sacerdotes incardinados a la diócesis, diáconos permanentes, seminaristas, acólitos, familiares y amigos, además de fieles de las parroquias de las cuales provienen y las unidades pastorales a las que están destinados actualmente.
n Manuel Sayago, Francisco Javier Romo y Cristián Rojas. El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, presidió el oficio que fue concelebrado por los tres Obispos Auxiliares de Santiago: Monseñor Andrés Arteaga, Monseñor Cristián Contreras Villarroel y Monseñor Fernando Chomali. Estuvieron presentes los Vicarios Episcopales, gran cantidad de sacerdotes incardinados a la diócesis, diáconos permanentes, seminaristas, acólitos, familiares y amigos, además de fieles de las parroquias de las cuales provienen y las unidades pastorales a las que están destinados actualmente. “Hoy dan un primer paso que los consagra definitivamente en este don inestimable de servir y amar a la manera de Cristo, Buen Pastor y servidor de todos”, dijo al inicio de su homilía el Ca
rdenal Errázuriz y destacó la Gracia especial de ser ordenados en la fiesta de María Reina y Madre de la humanidad. “La llena de Gracia es también llena de Gloria en la contemplación de su Hijo resucitado, es consuelo y esperanza del pueblo de Dios todavía peregrino en esta tierra”. Añadió que “en María se cumplen las promesas de salvación hechas por el Señor a todos los hombres y su reinado que brota desde Cristo nos asegura su intercesión maternal por cada uno de nosotros”. En este sentido invitó a los seminaristas a vivir el diaconado de acuerdo con el testimonio de la Madre de Jesús. “Ser diácono implica abrir el corazón a la espiritualidad de María Reina, marcada por la docilidad al Espíritu Santo, por la sintonía filial con los planes del Padre, por la colaboración audaz y generosa con Cristo, por la alabanza y el espíritu de servicio, por una ilimitada esperanza y por el amor colmado de misericordia”.
rdenal Errázuriz y destacó la Gracia especial de ser ordenados en la fiesta de María Reina y Madre de la humanidad. “La llena de Gracia es también llena de Gloria en la contemplación de su Hijo resucitado, es consuelo y esperanza del pueblo de Dios todavía peregrino en esta tierra”. Añadió que “en María se cumplen las promesas de salvación hechas por el Señor a todos los hombres y su reinado que brota desde Cristo nos asegura su intercesión maternal por cada uno de nosotros”. En este sentido invitó a los seminaristas a vivir el diaconado de acuerdo con el testimonio de la Madre de Jesús. “Ser diácono implica abrir el corazón a la espiritualidad de María Reina, marcada por la docilidad al Espíritu Santo, por la sintonía filial con los planes del Padre, por la colaboración audaz y generosa con Cristo, por la alabanza y el espíritu de servicio, por una ilimitada esperanza y por el amor colmado de misericordia”. Servidores
“Para ser servidores del Señor hemos sido llamados”, dijo Juan Manuel Sayago, 
casi al finalizar la Eucaristía. A nombre de sus dos compañeros diáconos y del suyo propio, agradeció a todas las comunidades pastorales en que sirvieron, incluyendo sus parroquias de origen y a las cuales están destinados. “(Estamos) al servicio de ustedes, nuestros hermanos. Ese es nuestro ministerio y nuestra vocación”, prosiguió “y, sin lugar a dudas, esto es por pura Gracia de Dios”. Luego nombró a todos los que ayudaron a su formación, a sus familias, amigos, sacerdotes, a los rectores del Seminario, al Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz. “Queremos ser hombres de Iglesia, discípulos misioneros en este año del sacerdocio, por ello damos gracias a nuestra Madre, la 
Iglesia de Santiago, a nuestro Arzobispo, al presbiterio aquí presente, a nuestros hermanos diáconos y a todo el pueblo aquí reunido, ya que todos conformamos en Cristo un sólo cuerpo ”. Añadió: “Como hijos agradecidos, nos tomamos de la mano de María Reina y Madre para que ella nos siga formando y nos configure a Jesucristo Buen Pastor”. Finalizó diciendo: “Con un corazón ardiente y las manos prestas a servir, les decimos: Muchas gracias y nos acogemos a sus oraciones”.El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, finalmente, dio su bendición a los nuevos diáconos en tránsito y, especialmente a los jóvenes presentes que serán llamados a ser sacerdotes y religiosas.
casi al finalizar la Eucaristía. A nombre de sus dos compañeros diáconos y del suyo propio, agradeció a todas las comunidades pastorales en que sirvieron, incluyendo sus parroquias de origen y a las cuales están destinados. “(Estamos) al servicio de ustedes, nuestros hermanos. Ese es nuestro ministerio y nuestra vocación”, prosiguió “y, sin lugar a dudas, esto es por pura Gracia de Dios”. Luego nombró a todos los que ayudaron a su formación, a sus familias, amigos, sacerdotes, a los rectores del Seminario, al Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz. “Queremos ser hombres de Iglesia, discípulos misioneros en este año del sacerdocio, por ello damos gracias a nuestra Madre, la Iglesia de Santiago, a nuestro Arzobispo, al presbiterio aquí presente, a nuestros hermanos diáconos y a todo el pueblo aquí reunido, ya que todos conformamos en Cristo un sólo cuerpo ”. Añadió: “Como hijos agradecidos, nos tomamos de la mano de María Reina y Madre para que ella nos siga formando y nos configure a Jesucristo Buen Pastor”. Finalizó diciendo: “Con un corazón ardiente y las manos prestas a servir, les decimos: Muchas gracias y nos acogemos a sus oraciones”.El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, finalmente, dio su bendición a los nuevos diáconos en tránsito y, especialmente a los jóvenes presentes que serán llamados a ser sacerdotes y religiosas. Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl
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