En el contexto del Año Jubilar convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de esperanza”, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, luego de hacer una lectura de la realidad nacional, ha ofrecido un mensaje a todo el pueblo cubano expresando su preocupación y haciendo un llamado a la acción. Al vivir la Iglesia un tiempo de gracia, los obispos insisten en la urgencia de recuperar la esperanza, profundamente amenazada por la difícil realidad que atraviesa este país.
En su mensaje, difundido el 15 de junio con ocasión de la Solemnidad de la Santísima Trinidad, los pastores cubanos reconocen con firmeza que muchos ciudadanos viven atrapados en la desesperanza, presionados por carencias materiales, la fragmentación familiar causada por la emigración, y la repetición de promesas que no se concretan.
Iglesia cubana denuncia que, cuando la cotidianidad está marcada por el desánimo, los apagones, el hambre y el desencanto, el horizonte de esperanza se desdibuja peligrosamente.
Desesperanza creciente en un país golpeado
Los obispos advierten sobre un presente cargado de incertidumbre, donde la fe y la confianza en las promesas del Evangelio se ven desafiadas por las guerras, las desigualdades, injusticias, y las difíciles condiciones de vida del pueblo. En Cuba, afirman, la falta de recursos básicos, los apagones prolongados, la migración forzada y la fragmentación de las familias. Advierten que la tristeza se ha instalado en muchos corazones, y con ella la apatía y la pérdida del sentido de futuro.
Subrayan que con desesperanza y sin alegría no hay futuro para ningún, recuerdan que Jesucristo resucitado es la fuente última de esperanza y que el anhelo de una vida digna, en paz y con sueños realizables, es legítimo para todo ser humano. No dejan de reconocer a quienes, desde la fe o fuera de ella, luchan día a día con generosidad por el bien de todos, y los presentan como verdaderos motivos de esperanza en medio del dolor.
Llamado urgente a un cambio estructural
Frente a la gravedad del momento que vive la Isla, los obispos advierten que más que diagnósticos el país requiere atender los males que enferman a la nación y tomar decisiones valientes y eficaces. Insisten en la necesidad de un cambio de rumbo donde haya el compromiso colectivo, pero de manera especial de quienes tienen poder de decisión.
Animan a crear un ambiente de diálogo, que no esté forzado por presiones ni condicionamientos de ningún tipo. Ser capaces de crear un escenario que lleven adelante cambios estructurales, sociales, económicos y políticos que Cuba necesita con urgencia.
El diálogo y la oración como caminos de esperanza
En comunión con el Papa León XIV, los obispos reiteran su apuesta por el diálogo sincero y respetuoso, tendiendo puentes como única vía hacia una paz auténtica. Renovaron su invitación a orar por Cuba, convencidos de que solo con la ayuda de Dios se puede edificar una sociedad más justa.
“No tengamos miedo de emprender nuevos caminos”, afirman, alentando a todos los cubanos a dejar atrás las resistencias y los temores, y a caminar unidos hacia una esperanza renovada.
El mensaje concluye con una invocación a Cristo Resucitado y a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona del pueblo cubano, para que acompañen y animen los esfuerzos del pueblo a favor de la reconciliación, la justicia y el bien común.


No comments:
Post a Comment