Congregación 35: La oración del día

Servir a la Iglesia

Introducción

Conforme a la "Fórmula del Instituto" deseamos que nuestra Compañía,distinguida con el nombre de Jesús, querrá militar para Dios bajo la banderade la cruz y servir al único Señor y a la Iglesia su esposa bajo el RomanoPontífice, Vicario de Cristo en la tierra".

Con la intención de que este servicio a la Iglesia se realice de un modocada vez más hondo, nos volvemos hacia Dios implorando su bendición paratoda la Compañía y por la labor de la Congregación.

La capacidad y la disponibilidad para servir a los demás depende del amorque se les tenga, y el amor que consiste en el don de sí mismo solo esposible en la medida en que el otro sea estimado y en que vale la pena darla vida por él.

Para reforzar nuestro servicio a la Iglesia debemos así hacer más hondanuestra estima de la Iglesia como San Ignacio nos lo enseña con las "Reglaspara sentir en la Iglesia militante" (cf. EE.EE. 352).

Solo con tal estima y con la gratitud profunda hacia la Iglesia nosconvertimos en aquellos servidores altruistas e instrumentos en las manosdel Señor como quería San Ignacio a los miembros de "esta mínima Compañía"(cf. Const. 1), esto es, que estemos dispuestos a cumplir "inmediatamente,sin vacilar ni excusarnos de modo alguno" (cf. Formula Inst. 3) todo aquelloque nos manden los Romanos Pontífices.

Texto

Del Evangelio según San Lucas (Lc 17,7-10)

¿Quién de vosotros, si tiene un servidor para labrar el y apacentar elganado, le dice cuando vuelve del campo: ven enseguida y siéntate a la mesa?¿No le dirá más bien: prepárame de comer, cíñete el delantal y sírveme,hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú también?¿Tendrá que sentirse agradecido a su servidor porque ha cumplido las órdenesrecibidas? También vosotros, cuando hayáis cumplido todo lo que os ha sidoordenado, decid: Somos siervos inútiles. Hemos hecho cuanto teníamos quehacer.

Conclusión

Oh Dios, que en tu providencia has querido extender el Reino de Cristo hasta los confines de la tierra, para hacer partícipes a todos los hombres de los beneficios de la redención, haz que tu Iglesia, con el humilde servicio de la Compañía pueda más manifestar y obrar en el mundo el misterio de tu amor.