El cardenal Franc Rode recordó a los jesuitas que el 'amor' a la Iglesia incluye a su jerarquía, en una misa con la que ha comenzado hoy la 35 Congregación General de la Compañía de Jesús, en la que se elegirá su nuevo superior, conocido como el 'Papa negro'.Con ese nombre se ha conocido siempre a los prepósitos generales de los Jesuitas, debido al gran poder que han disfrutado en la Iglesia y a su hábito de color negro.
De hecho, la Compañía de Jesús, con 19.000 miembros, es la orden religiosa más importante por número. 'El amor a la Iglesia lo es en toda la extensión de la palabra, sea iglesia pueblo de Dios sea iglesia jerarquía', ha destacado Rode en su homilía.
La 35 Congregación General de la Compañía de Jesús se produce después de que su actual prepósito general, Peter-Hans Kolvenbach, haya presentado, tras 24 años en el cargo, su renuncia al alcanzar los 80 años. El cargo es vitalicio y sólo se elige después de fallecimiento del superior, enfermedad grave o si, como en este caso, él mismo considera que se debe marchar.
En Roma se da por descontado que la elección del nuevo superior de la orden, que puede ser cualquier jesuita, durará varios días, sin que sea posible precisar cuando. De hecho, no existen candidaturas y el superior se elige por mayoría y a través del voto secreto, lo que hace que las designaciones se prolonguen durante un tiempo.
Aunque no existan candidaturas, según diversas fuentes, los jesuitas, que perdieron influencia con el papa Juan Pablo II, podrían elegir entre una persona muy próxima al actual Pontífice, en concreto su portavoz, Federico Lombardi, o un representante del Tercer Mundo, no tan apegada a la curia, como Lisbert D'Souza, de origen indio. El antiguo provincial de Italia, Vicenzo Liberti, dijo que sea quien sea el nuevo 'general' de los jesuitas deberá dar continuidad a la labor de Kolvenbach y 'reforzar el espíritu misionero de la Compañía de Jesús'.
En total, 225 jesuitas participan en la reunión y, de ellos, 217 son electores. Al terminar la misa, Kolvenbach se acercó al altar de la iglesia de Jesús, en Roma, donde se guardan la reliquias del fundador de la compañía, san Ignacio de Loyola, y encendió una luz que se apagará cuando concluya la congregación general.
Fuente: El periodista Digital
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