Con una Misa Solemne, celebrada en la Iglesia del Gesù en Roma, se ha inaugurado la 35 Congregación general de la Compañía de Jesús.Concelebraron más de doscientos sacerdotes junto con el actual superior general, el padre Peter-Hans Kolvenbach.
El cardenal Franc Rodé, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, presidió la concelebración eucarística y agradeció al padre Kolvenbach su labor a nombre de todos los presentes.
Las actividades de la Congregación General han iniciado con dos objetivos principales: elegir el nuevo superior general y reflexionar sobre los temas fundamentales de la vida de la Compañía de Jesús, en primer lugar, la identidad del jesuita de hoy, del cual deriva el significado y valores del voto de obediencia al Santo Padre, la misión de la Compañía en el contexto de la globalización y de la vida comunitaria, el diálogo entre fe y cultura.
Por esto, ha afirmado el cardenal Rodé, se requiere tener “la misma mirada de las tres personas divinas”, es decir, escuchar al Espíritu creador, sin perder el esfuerzo por discernir los signos de los tiempos.
La Compañía de Jesús, de hecho, como ha recordado el cardenal, siempre ha estado entre la Iglesia y la sociedad, entre la fe y la cultura, entre la religión y el secularismo. Un reto y una misión que los jesuitas encarnan en el mundo y para la Iglesia.
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