Chile: Concepción: Nuevo sacerdote llamó a los jóvenes a sentir el llamado de Dios

Un llamado a los jóvenes a sentir el llamado de Dios por el sacerdocio hizo el nuevo sacerdote, Boris Santana Arriagada, tras ser ordenado en la catedral de Concepción, con presencia masiva de fieles que compartieron la alegría de la Iglesia por este acontecimiento eclesial.

Presidió la acción monseñor Ricardo Ezzati A, sdb, y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Pedro Ossandón y el arzobispo emérito de Concepción, monseñor Antonio Moreno; participó también la mayoría del clero, que acogió al nuevo presbítero con mucho afecto.

“Quédate con nosotros Señor”.Con estas palabras el nuevo sacerdote agradeció emocionado su ministerio. “Esta petición del hombre a Dios que clama de lo más profundo de nuestro ser es la que me movió un día a hacer el discernimiento hacia el sacerdocio”, precisó.

El padre Boris expresó sus agradecimientos a la jerarquía, a sus formadores, a su director espiritual, monseñor Felipe Bacarreza, obispo de Los Ángeles; al presbítero Hernán Enríquez, quien se encuentra en España, por ayudarlo a descubrir su vocación; agradeció a quienes lo han acogido en las distintas parroquias y comunidades donde ha servido en su apostolado; al Instituto de Humanidades, a la Pastoral Vocacional y a la Pastoral Juvenil. Pero especialmente dedicó palabras con mucho sentimiento a sus padres Carlos y Elina y a sus dos hermanos, Karem y Cristián, quienes manifestaron que al comienzo recibieron con sorpresa la decisión de su hijo por el sacerdocio, produciéndose preocupación, pero hoy, están felices como familia, apoyándolo en todo, para que sea feliz y fiel al Señor.

“Doy gracias a Dios por el don recibido, sabiendo que no lo merezco. Hago una invitación a todos los jóvenes a que sientan el llamado de Dios, entréguense por completo, no tengan miedo. Dios nos da todo, no nos quita nada. Encontremos la perla preciosa que es Jesucristo y vendiendo todo lo que tenemos quedémonos sólo con Él. Hagamos el negocio redondo de nuestra vida y recibamos esa felicidad que no tiene fin. (…) Rueguen a María Santísima por mi fidelidad en este ministerio y para que interceda ante su hijo, Nuestro Señor”, concluyó.

Monseñor Ezzati, en su homilía, recalcó que la vida y la misión sacerdotal que inicia Boris – como la vida de los demás sacerdotes – es un misterio luminoso de elección, de donación y de amor. “En la comunidad, al servicio de las demás vocaciones, especialmente de la vocación laical, el presbítero es un don que se funde con el de los hermanos y hermanas en y para la vida de toda la Iglesia. Para el mismo presbítero y para los miembros de la comunidad sería una grave equivocación considerarlo un privilegio que aparte o un poder que se impone”, afirmó, agregando que “de hoy en adelante, Boris está llamado a vivir la identidad cristiana como presbítero en comunión con las demás vocaciones, recibiendo de ellas la riqueza espiritual de que son portadoras. Pero al mismo tiempo, aportándole a esas vacaciones la gracia del propio servicio ministerial. La vida de un presbítero no se explica sin la comunidad cristiana y ésta pierde su espesor sacramental sin la presencia del presbítero. Por eso, en y para la comunidad, Boris, hoy, fue ordenado para ser un buen pastor y la comunidad será para Boris el espacio espiritual para su crecimiento y para su identidad sacerdotal

Fuente: Comunicaciones Concepción