Meditando con los santos y beatos del día: B. MARÍA CLEMENTINA ANUARITE NENGAPETA

Hoy, 01 de diciembre, nos unimos a la iglesia africana que celebra con gran alegría a la BEATA MARÍA CLEMENTINA ANUARITE NENGAPETA, quien prefiriendo el martirio a manchar su pureza, murió en un día como hoy de 1964 en el Zaire, frica, a los 25 años de edad. Nacida en 1941 - según otros en 1939 - en Mikoko, en los alrededores de Wamba en el Zaire, fue religiosa de la Congregación de la Sagrada Familia en Bafwabaka. En 1985, Juan Pablo II la declaró beata en una multitudinaria ceremonia en Kinshasa, frica, a la que asistieron sus padres, sus tres hermanas, y se presume que también el asesino. Esta ceremonia concluyó el proceso de beatificación más rápido de la Iglesia católica de este siglo. Sus restos se veneran en la catedral de Isiro, en el Zaire. Es la primera beata africana de la Iglesia moderna. Unidos, pues, a las jóvenes que luchan por conservar su dignidad, y a la Iglesia del Zaire, brindemos nuestro juvenil aplauso a la Beata María Clementina Anuarite Nengapeta.


Meditación

QUERIDA BEATA CLEMENTINA: al recordar tu vida, te encontramos junto a tu madre y tus dos hermanas recibiendo el bautismo. Ya desde muy niña demostraste gran predisposición para la vida religiosa, y así, apenas obtienes tu diploma magistral decides entrar en el noviciado. Se dice de ti que tenías un carácter brillante y extrovertido, siempre dispuesta a socorrer a los demás. Te prodigabas en la comunidad uniendo el trabajo de enseñanza al de la cocina y al de economía doméstica. Pero esto no te bastaba, te dedicabas también a la animación de grupos católicos - como los Xavéri o la Legión de María - enseñabas la catequesis en las casas o en las aldeas. Pero un mediodía del 29 de noviembre fuiste capturada y deportada con tus hermanas a Isiro donde el Coronel Pierre Olombe quiso atentar contra tu virginidad. Tu pusiste resistencia y él terminó cruelmente con tu vida. Beata María Clementina Anuarite Nengapeta, Hoy, en el día de tu fiesta, te queremos recordar con una frase que salió de tu misma boca: "Quien mete la mano al arado y se vuelve atrás, no es digno del reino de los cielos" Y, así, te comportaste tu, afirmando tu vocación hasta el final.

Radio Vaticano