
(Vida Nueva) Fundamentos antropológicos y eclesiológicos, o criterios de simple organización y eficacia pastoral, propiciaron el que, junto al apostolado individual al que está llamado todo bautizado, surgieran desde siempre en el seno de la Iglesia otras realidades no menos importantes y necesarias para llevar adelante su misión: las asociaciones de fieles. Sobre ellas, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach ha dicho que “han sido, son y serán muy importantes en la vida de la Iglesia. Fundamentalmente, porque las realidades asociativas son connaturales a la Iglesia y son necesarias para que ésta realice su misión“.
El ‘Pliego’ del nº 2.687 de Vida Nueva –amplio extracto de la conferencia pronunciada por Sistach el pasado mes de noviembre, durante el VIII Simposio Internacional del Instituto Martín de Azpilcueta de la Universidad de Navarra, sobre Las asociaciones de fieles. Aspectos canónicos y civiles– da cuenta de cómo, a la luz del Concilio Vaticano II y gracias a su impulso, el Espíritu Santo ha ido suscitando una riqueza de grupos, movimientos y comunidades, que el nuevo Código de Derecho Canónico de 1983 se ha encargado de regular con el propósito de servir mejor a los desafíos de la nueva evangelización.
Más información en el nº 2.687 de Vida Nueva
No comments:
Post a Comment