El primer feriado nacional que reconoce a la Virgen como símbolo de unidad se festejó con mucho fervor en los principales templos del país. La celebración principal en Santiago se realizó en el Santuario Nacional de Maipú, donde aproximadamente 5 mil feligreses participaron en la Gran Misa de Chile, presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz.
“Nos reúne un acontecimiento singular: mientras en otras latitudes no se quieren reconocer las raíces cristianas de nuestra civilización, en Chile nuestro Parlamento nos dio el año pasado una gran sorpresa reconociendo la importancia de la Virgen María, de Nuestra Señora del Carmen, para la unidad y para la cultura de nuestro pueblo” dijo el Cardenal Francisco Javier Errázuriz durante la homilía de la Gran Misa de Chile oficiada en el Santuario Nacional de Maipú el lunes 16 de julio a mediodía.
A la celebración asistieron autoridades eclesiásticas como los Vicarios Episcopales; el rector del Santuario, Padre Carlos Cox y el Arzobispo de la Iglesia Ortodoxa de Antioquia; como también personalidades del mundo civil y militar, como el Ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber; el alcalde de Maipú, Alberto Undurraga; los parlamentarios Alberto Cardemil y Gonzalo Duarte, además del director de la escuela de Suboficiales del Ejército, coronel Christian Slater. Durante la homilía el Cardenal resaltó que esta fecha festiva es “un hecho hermoso, que nos llena de alegría y gratitud” al país entero. En este sentido destacó el valor de la fiesta de La Tirana, celebrada en el norte del país, y de los bailes religiosos como una muestra pública de fe.
Señaló que los parlamentarios que promovieron y aprobaron el proyecto de ley que hizo feriado nacional el 16 de julio tomaron en cuenta que, “desde los orígenes de la patria, la Virgen del Carmen ha formado parte de nuestro acervo religioso - cultural y por medio de ella se han unido todos los habitantes del país, constituyendo la imagen de la Virgen en símbolo de fraternidad a lo largo de las distintas etapas de la historia nacional”.
Promesa de vida nueva
El Cardenal añadió: “qué hermoso resulta este don que nos ha dado el Parlamento, ya que reconociendo a la Virgen María y su importancia cultural en nuestra patria, está reconociendo a Cristo, está reconociendo al Príncipe de la Paz”. En este sentido, dio gracias a Dios, a la Virgen María por mostrarse “solícita con nuestras preocupaciones” y también a los parlamentarios y al gobierno por haber promulgado esta ley.
Esta fiesta, explicó, significa renovar el voto hacia la Virgen y unir la cultura y la fe. “En las raíces de nuestra historia está nuestro compromiso con el Señor Jesús, ese compromiso lo mantenemos hoy”, agregó.
“Pensando en el futuro de Chile, como nos pidió la Conferencia de Obispos en Aparecida, queremos ser discípulos misioneros de Cristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Por eso imploramos la cercanía de la Virgen, el aliento de ella y que interceda por nosotros ante su hijo Jesús, de manera que tengamos la fuerza y la convicción interior para poder hacer realidad esta promesa”. Expresó que el desafío no es fácil, sin embargo, hay que hacerlo con la alegría propia de ser cristianos, es decir, con esperanza y generando una corriente de humanización y de vida nueva en Cristo.
Al final de la Eucaristía el Cardenal Errázuriz bendijo las imágenes de la Virgen del Carmen que irán a todas las diócesis del país, como símbolo de unidad nacional.
Fuente: Iglesia.cl
No comments:
Post a Comment