Mateo 11, 20-21
Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en que había realizado la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido: "¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubiesen hecho los milagros que se han realizado en ustedes, seguramente se habrían arrepentido, poniéndose vestidos de penitencia y cubriéndose de ceniza."
Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en que había realizado la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido: "¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubiesen hecho los milagros que se han realizado en ustedes, seguramente se habrían arrepentido, poniéndose vestidos de penitencia y cubriéndose de ceniza."
¿Qué me estás diciendo Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Déjame escuchar el tono de tu voz en este pasaje, Señor. Tu reproche no es de ira, sino que surge del dolor de Tu Corazón, y de tu piedad, hacia los de tu pueblo que han perdido su oportunidad. Necesito recordar este reproche al conocer las tragedias de mi mundo, junto al triunfo aparente del mal en tantos lugares. ¿Puedo yo mantener mi corazón abierto al dolor, antes que a la ira, como Tú lo hiciste?
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