"Invito a los líderes religiosos y a las autoridades civiles a trabajar juntos para restablecer entre los miembros de las distintas comunidades, la convivencia pacífica y la armonía que siempre han sido una característica de la sociedad india".
Al finalizar la audiencia general del 27 de agosto, en el Aula Pablo VI delante de más de 8 mil fieles, Benedicto XVI habló de las violencias contra los cristianos en el estado indio de Orisa, que causaron muchas víctimas y destrucciones de centros de culto, que explotaron, dijo, "en manos del deplorable asesino del líder indio Swami Lakshmananda Saraswati".
Al condenar con firmeza cualquier ataque a la vida humana, "que es sagrada y exige el máximo respeto de todos", el Papa expresó su cercanía espiritual y su solidaridad a los hermanos en la fe que han sufrido tanto.Benedicto XVI dedicó la catequesis a las etapas fundamentales de la vida de san Pablo, al proseguir el nuevo ciclo dedicado al apóstol de las gentes que inició el 2 de julio.
Una vida extraordinaria, dijo, dedicada "al anuncio del Evangelio sin reparo de energías" en la que Pablo ejercita con generosidad la "preocupación por todas las iglesias". Por esto, el apóstol de Tarso es "estímulo para el compromiso eclesial de todos nosotros".
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