Wednesday, December 24, 2008

Día 24 de diciembre, por Ángel Moreno de Buenafuente


Nos visitará el sol que nace de lo alto

Ha llegado la hora, ya está encima, en la que el Señor va a manifestar su entrañable misericordia.
No quedaremos defraudados. David, por el gesto de pensar en construir un templo, fue bendecido él y su linaje.
El que fue sacado de los apriscos, recibió la promesa más comprometida por parte de Dios:
“Yo estaré contigo en todas tus empresas. Te haré famoso, te pondré en paz con todos tus enemigos, te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia”. Zacarías profetizó la realización de la visita de nuestro Dios.
En Jesús se cumplen todas las promesas y profecías

Esta noche, se cumple la bendición, nos visita y nos redime el Señor.
Esta noche, se realiza la misericordia, se cumple la alianza, se sella el juramento.
Dios nos concede que le podamos servir libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, en santidad y justicia.

Esta noche, las tinieblas son desvanecidas, la sombra de la muerte vencida, y nuestros pasos tienen un itinerario de paz.
Porque nos visita la Luz, Aquel que hizo el cielo y la tierra, el sol y las constelaciones.
Desde ahora podremos caminar siempre de día, en su presencia, porque viene el que es Luz de Luz..

El salmista irrumpe en cánticos: “Cantaré eternamente tus misericordias, Señor”.
“Anunciaré tu fidelidad por todas las edades”
(Sal 89 [88]).

Nochebuena, día en el que el corazón siente la bondad más profunda.
Día entrañable, en el que la familia, los amigos, todos los que albergan la noticia del nacimiento de nuestro Salvador, se alegran, se felicitan, comparten sus bienes, la mesa, la fe, la oración, los sentimientos más nobles y religiosos.

¡Feliz Nochebuena! ¡Que cada corazón quede iluminado por su luz!
Ecclesia

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