El Papa Benedicto XVI destacó hoy "la absoluta y suprema dignidad de toda vida humana", un mensaje especialmente significativo dada la polémica desatada en Italia por el caso de Eluana Englaro, quien se encuentra desde hace 17 años en estado vegetativo. El Gobierno italiano aprobó un decreto ley para impedir la muerte de Englaro, pero el presidente italiano, Giorgio Napolitano, se negó a firmarlo. La decisión se produce mientras la clínica en la que se encuentra la joven inició ayer por la mañana el protocolo de interrupción gradual de la alimentación asistida que la mantiene con vida.
El Santo Padre, en un mensaje divulgado con motivo de la celebración de la 17º Jornada Mundial del Enfermo, resaltó que la dignidad humana "no cambia, con el transcurrir del tiempo". "La vida humana es bella y vivida en plenitud incluso cuando es débil y está envuelta en el misterio del sufrimiento", explicó.
La Iglesia abre los brazos de manera especial a los niños, principalmente a los que padecen alguna enfermedad, y a los que sufren otro tipo de "enfermedades" como las guerras, la orfandad, la explotación de parte de personas sin escrúpulos que roban su inocencia "provocando en ellos una plaga psicológica que los marcará el resto de la vida", agregó.
Benedicto XVI indicó que la compasión de Jesús "por el llanto de la viuda de Naín y la implorante oración de Jairo constituyen, entre otros, algunos útiles puntos de referencia para aprender a compartir los momentos de pena física y moral de tantas familias probadas".
"Todo esto presupone un amor desinteresado y generoso, reflejo del amor misericordioso de Dios, que nunca abandona a sus hijos en la prueba, pero siempre proporciona adecuados recursos de corazón e inteligencia para estar en capacidad de afrontar apropiadamente las dificultades de la vida", añadió.
RD/Ep
Sábado, 7 de febrero 2009
Sábado, 7 de febrero 2009
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