Sunday, August 16, 2009

Comentario de las lecturas de hoy por José Enrique Galarreta, S.J.

LECTURAS
Domingo 20 del tiempo ordinario


PROVERBIOS 9, 1-6

La Sabiduría ha construido una casa, plantando siete columnas. Ha preparado el banquete, mezclado el vino, y puesto la mesa. Ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad:
“Los inexpertos, que vengan aquí, voy a hablar a los faltos de juicio: venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado. Dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia”.

Es frecuente en los “Libros Sapienciales” la aparición de la Sabiduría de Dios como un personaje que reside junto al trono de Dios, y que actúa en el mundo. Es una manera respetuosa (y muy arcaica) de referirse al mismo Dios sin mencionarlo directamente.

En el texto de hoy, este símbolo actúa también de forma simbólica: invitando a un espléndido banquete a los menos dignos. Se ofrece por tanto símbolo sobre símbolo: Dios/luz ofrecido como banquete.

Pero son importantes los signos que se usan (y los que no se usan). Sabiduría y banquete, no reyes ni jueces. Es lo mismo que sucederá con Jesús: pastor que recupera la oveja, mujer feliz por encontrar la moneda.


EFESIOS 5, 15-20

Fijaos bien cómo andáis, no seáis insensatos sino sabios. Sabed aprovechar la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.

No os emborrachéis con vino que lleva al libertinaje, sino dejaos llevar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor.

Celebrad constantemente la Acción de Gracias a Dios Padre, por todos, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.


Siguen los consejos morales a los seguidores de Jesús. Casualmente, el texto invoca un tema paralelo al de los otros dos de este domingo: sed sabios, actuad con sabiduría, no tengáis la mente embotada (especialmente por el vino…). Vivid como personas llenas del Espíritu.

Interesante la alusión de Pablo “vienen días malos”. Nuestros días ¿son buenos o malos? ¿Vivimos buenos o malos tiempos? Nosotros, occidente consumista e instalado, creemos disfrutar de buenos tiempos (a pesar de la crisis, que ya pasará) simplemente porque podemos vivir bien.

Podemos aplicarnos las frases de Pablo: “no seáis insensatos sino sabios. No estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere”.

Y esto mismo resuena de alguna manera en el evangelio como un dilema: alimentos para la vida, alimentos para la muerte; cebar la carne para que se pudra más materia, alimentar el espíritu para que todo sea eterno.

José Enrique Galarreta, S.J.

No comments: