La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen (Blaise Pascal).
La nube de ceniza desprendida en Islandia por el volcán Eyjafjalla estos días parece a todas luces una de esas imperfecciones de la naturaleza. Y si no, sólo hay que preguntar a los viajeros desesperados que se agolpan en los aeropuertos o a los dueños de las compañías aéreas, que ya han perdido 1.268 millones de euros por su culpa.
Sin embargo, podemos sacar algunas conclusiones en torno a catástrofes naturales como ésta. El volcán ha desprendido al cielo 150.000 toneladas de CO2 diarias, por lo que puede parecer que también es un grave daño a la atmósfera. Sin embargo, al suspender el 60% de los vuelos en europa, hemos conseguido evitar 344.109 toneladas diarias de CO2, por lo que en el cómputo total la atmósfera se ha ahorrado casi 200.000 toneladas del gas al día. ¿Quién contribuye más al desastre, la naturaleza o nosotros? ¿Qué parte muestra sus debilidades e imperfecciones más a menudo? Está en nuestras manos hacer caso a estos pequeños avisos antes de que sea tarde.
Charles Evans
pastoralsj
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