Expectación ante la llegada del Papa a Santiago de Compostela y Barcelona
(José Ramón Amor Pan / Jordi Llisterri) Cuando el próximo 6 de noviembre Benedicto XVI pise Santiago de Compostela habrá llegado a una de las regiones más envejecidas de Europa, donde el grupo de personas mayores de 65 años representa ya el 21,8% del total, con una de las cifras más bajas del mundo en lo que respecta al número medio de hijos por mujer. Así las cosas, ¿cómo va a asumir el concepto de fraternidad toda una generación de niños que ya crecen sin hermanos?
Si a ello le sumamos la dispersión geográfica de la población, fácilmente caemos en la cuenta del fantástico reto que tiene planteado la Iglesia en estas tierras, que fueron evangelizadas en la primera hora del cristianismo y que guardan la memoria de Santiago el Mayor.
No es de extrañar, por tanto, que el terreno esté abonado para el desánimo y que, por ello, uno de los primeros frutos que se esperan de esta visita papal sea, precisamente, que “sirva para alentar nuestra esperanza, y que nuestra fe se confirme y fortalezca para mantenernos firmes en nuestro caminar”, como señala María del Carmen López, Misionera del Divino Maestro y secretaria de la CONFER gallega.
Si a ello le sumamos la dispersión geográfica de la población, fácilmente caemos en la cuenta del fantástico reto que tiene planteado la Iglesia en estas tierras, que fueron evangelizadas en la primera hora del cristianismo y que guardan la memoria de Santiago el Mayor.
No es de extrañar, por tanto, que el terreno esté abonado para el desánimo y que, por ello, uno de los primeros frutos que se esperan de esta visita papal sea, precisamente, que “sirva para alentar nuestra esperanza, y que nuestra fe se confirme y fortalezca para mantenernos firmes en nuestro caminar”, como señala María del Carmen López, Misionera del Divino Maestro y secretaria de la CONFER gallega.
Protestas minoritarias
Ese es, en líneas generales, el ambiente que se respira en Galicia días antes de la llegada del Papa a Compostela. Salvo algunas voces aisladas, absolutamente minoritarias, contrarias a la visita papal a causa de un laicismo trasnochado, y algunas otras intraeclesiales que cuestionan algunos aspectos organizativos, como el gigantesco escenario montado a modo de presbiterio en la Plaza del Obradoiro, la reducción del aforo para la misa a sólo 6.000 fieles o la colecta extraordinaria para sufragar los costes de la visita.
Para pedir que la acogida al Papa sea cálida, el arzobispo compostelano ha convocado una Vigilia de Oración que él presidirá la víspera en la Iglesia de San Francisco, y a la que está prevista la asistencia de los más de 100 prelados llegados a la capital gallega para la visita papal
Para pedir que la acogida al Papa sea cálida, el arzobispo compostelano ha convocado una Vigilia de Oración que él presidirá la víspera en la Iglesia de San Francisco, y a la que está prevista la asistencia de los más de 100 prelados llegados a la capital gallega para la visita papal
Uno de ellos, Luis Quinteiro Fiuza, señala a Vida Nueva que “la visita del Papa a Santiago de Compostela y a Barcelona es una maravillosa oportunidad para revitalizar el compromiso cristiano de la Iglesia en España”.
Xosé Luis Barreiro Rivas, veterano profesor de Ciencias Políticas de la universidad compostelana, muy presente en los medios de comunicación gallegos, espera de esta visita “una intensa actividad pastoral, todo pastoral y nada más que pastoral”.
Por su parte, el arzobispo de Santiago de Compostela subrayaba durante un almuerzo organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia que “además de la dimensión pastoral de la visita –es la primera vez que el Papa visita Santiago como peregrino–, ésta supondrá una significativa proyección cívica y social. Esta visita servirá para aumentar la proyección del Año Santo y potenciar la llegada de más peregrinos”, dijo Julián Barrio.
Xosé Luis Barreiro Rivas, veterano profesor de Ciencias Políticas de la universidad compostelana, muy presente en los medios de comunicación gallegos, espera de esta visita “una intensa actividad pastoral, todo pastoral y nada más que pastoral”.
Por su parte, el arzobispo de Santiago de Compostela subrayaba durante un almuerzo organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia que “además de la dimensión pastoral de la visita –es la primera vez que el Papa visita Santiago como peregrino–, ésta supondrá una significativa proyección cívica y social. Esta visita servirá para aumentar la proyección del Año Santo y potenciar la llegada de más peregrinos”, dijo Julián Barrio.
Gran expectación en Barcelona
En Barcelona, mientras tanto, a medida que pasan los días crece la expectación. De hecho, el cardenal Lluís Martínez Sistach comparó el impacto de la visita de Benedicto XVI a Barcelona con el de los Juegos Olímpicos del 92. La clave es la suma de dos factores que juntos se multiplican: el relieve de la figura del Papa y la singularidad de la Sagrada Familia.
De hecho, a última hora, se desbordan las peticiones para participar en la eucaristía de dedicación de la Sagrada Familia. El inconveniente es que el aforo de la nueva basílica es para 7.600 personas y un millar de concelebrantes, insuficiente para una visita del Papa. Por eso, el Arzobispado había previsto unas 20.000 sillas en las calles adyacentes y tras el cierre de la inscripción se ha habilitado espacio para 40.000, pero después han llegado 20.000 peticiones más.
De hecho, a última hora, se desbordan las peticiones para participar en la eucaristía de dedicación de la Sagrada Familia. El inconveniente es que el aforo de la nueva basílica es para 7.600 personas y un millar de concelebrantes, insuficiente para una visita del Papa. Por eso, el Arzobispado había previsto unas 20.000 sillas en las calles adyacentes y tras el cierre de la inscripción se ha habilitado espacio para 40.000, pero después han llegado 20.000 peticiones más.
Más allá de los números, todos los representantes eclesiásticos remarcan la dimensión pastoral del viaje. En este aspecto insiste el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull: “Estamos muy atentos a la guía de este Papa, porque nos actualiza el Evangelio y la Palabra de Dios. Es un Papa muy claro que deja siempre un mensaje de esperanza”. También hay coincidencia en otro factor de la visita: la revalorización de la Sagrada Familia como templo cristiano.
Por ello, el Arzobispado ha hecho un esfuerzo para realzar dicho sentido cristiano. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, destaca el valor catequético del templo y remarca “que no sería posible explicar el éxito que tuvo la iniciativa y su continuidad sin tener en cuenta la tradición cristiana de Cataluña”.
Por ello, el Arzobispado ha hecho un esfuerzo para realzar dicho sentido cristiano. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, destaca el valor catequético del templo y remarca “que no sería posible explicar el éxito que tuvo la iniciativa y su continuidad sin tener en cuenta la tradición cristiana de Cataluña”.
¿Beatificación en 2016?
Otro tema que se revaloriza con la visita es el proceso de beatificación de Gaudí. Desde 1992, sin el apoyo de ninguna institución religiosa, un grupo de cinco laicos y el rector de la Sagrada Familia difunden la devoción a Gaudí. Esperan que este impulso haga posible la beatificación en el 2016, en los 90 años de la muerte de Gaudí.
En los días previos a la visita papal, parte del protagonismo también se lo llevan las quejas y protestas por el coste de la misma. Lo que se ha denominado “Zona XVI” son varias manzanas del centro de la ciudad que padecerán restricciones de tráfico y de movilidad. La percepción general es que las protestas de grupos laicistas quedarán tapadas por la visita. La experiencia del viaje a Reino Unido apunta en este sentido.
Todas estas expectativas se espera que no oculten la dimensión más social de la visita: el encuentro con las familias de niños con discapacidades del Institut Nen Déu, que se hará por la tarde. Martínez Sistach ya presentó este acto como “una visita a todas la instituciones de la diócesis que hacen un trabajo similar”.
En los días previos a la visita papal, parte del protagonismo también se lo llevan las quejas y protestas por el coste de la misma. Lo que se ha denominado “Zona XVI” son varias manzanas del centro de la ciudad que padecerán restricciones de tráfico y de movilidad. La percepción general es que las protestas de grupos laicistas quedarán tapadas por la visita. La experiencia del viaje a Reino Unido apunta en este sentido.
Todas estas expectativas se espera que no oculten la dimensión más social de la visita: el encuentro con las familias de niños con discapacidades del Institut Nen Déu, que se hará por la tarde. Martínez Sistach ya presentó este acto como “una visita a todas la instituciones de la diócesis que hacen un trabajo similar”.
Vida Nueva
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