(Jaume Aymar i Ragolta- Profesor de la Universidad Ramon Llull) Para comprender la Sagrada Familia hay que tener presente que toda la obra de Antoni Gaudí tiene un sentido alegórico y una riqueza de simbolismos tal que necesita de guía o acompañante. El mismo arquitecto se prestó en vida muchas veces a enseñarla a personas de todo el mundo.
Ofrecemos algunas claves para su lectura:
1. La Sagrada Familia exteriormente es una montaña. Sus altas torres de piedra evocan de alguna manera los peñascos de Montserrat. Este efecto todavía será más visible cuando el templo se complete y pase de las ocho torres actuales a las 18 que debe tener en el futuro: los 12 apóstoles, los cuatro evangelistas, la Virgen María y el Salvador.
2. Los cristianos, cuando pensamos en la Sagrada Familia, espontáneamente nos imaginamos el hogar de Nazaret: Jesús, María y José. Sin embargo, el genio de Gaudí fue más allá e ideó un homenaje a la nueva familia cristiana: Jesús, su Madre y sus discípulos. Es también la Jerusalén celestial.
3. Gaudí previó también una época en que disminuirían los católicos practicantes y trasladó los retablos a la calle, es decir, puso un gran número de imágenes en el exterior del templo para que fueran vistas por todos.
4. La fachada del Nacimiento es como un belén monumental. Es amable y poética. Su parte central parece de barro que se derrite por el nacimiento del Niño Dios. Se ha puesto en relación con poemas de mosén Cinto Verdaguer, el gran poeta y amigo del arquitecto.
5. La fachada de la Pasión, en cambio, es dura y descarnada. Literalmente, quería que “diese miedo”. Sería la plasmación del Cántico Espiritual de san Juan de la Cruz. El escultor Subirachs ha sabido captar este sentido trágico…
No comments:
Post a Comment