En Grecia hasta la iglesia está en crisis

Desde hace 60 años, gracias a un tratado firmado entre el Gobierno heleno y la iglesia ortodoxa del país, el Ejecutivo se hace cargo de los sueldos de los sacerdotes. La contrapartida es que el Estado es dueño de muchos de los bienes de la institución religiosa.

El problema es que ahora, con la crisis económica que vive el país, el Gobierno ha dejado de pagar.

"El Estado ya no puede ayudarnos. Solía hacerlo un poco, nos ayudaba en cosas pequeñas. Ahora nos tenemos que apañar nosotros, nos ayudan los parroquianos, la gente, algunos voluntarios y unos pocos donantes que tenemos", decía el Padre Ignatius de la Iglesia de San Jorge, en Atenas.

La Iglesia Ortodoxa Griega cuenta con unos 10.000 sacerdotes que cobran una media de 1.000 euros al mes. Lo que le supone al estado un gasto de aproximadamente 190 millones de euros al año. 

Esta institución tiene bastante peso en un país con 9 millones de feligreses y donde su Constitución la reconoce como la religión oficial.